FORJADA POR EL AMOR Y EL ÉXITO
Las mujeres han sido pilar del deporte en nuestro estado, innumerables casos de éxito nacional e internacional han dejado el nombre de México en alto a lo largo de los años y la historia, pero para algunas de ellas, la maternidad ha sido un impulso extra, una importante fuente de motivación, inspiración y valor hacia las metas en el alto rendimiento.
Con una doble personalidad, responsabilidad y compromiso, se han convertido en heroínas, han roto esquemas y abierto brecha en el mundo deportivo, marcando un equilibrio y equidad, son sinónimo de amor, orgullo, reconocimiento, éxito, ejemplo, perseverancia y disciplina.
Damaris Aguirre, quien forma parte de la gloria olímpica mexicana en Beijing 2008, y su nombre quedará escrito en la historia del deporte chihuahuense, dice que ahora en su nueva faceta como madre señala que sus hijas han sido la cereza de su pastel.
“Ahorita que ando en cada una de sus competencias, no es lo mismo ser protagonista que estar del otro lado, ya que los nervios están al mil por hora, ya que como yo fui atleta de alto rendimiento, hay ocasiones en la que recuerdo mi pasado como atleta” señaló Damaris Aguirre.
“Ser mamá, como atleta retirada, me hace sentir muy contenta porque siempre tuve el objetivo de que una vez que se concluyera mi carrera deportiva, mi siguiente objetivo eran mis planes personales y convertirme en mamá”
“Mis hijas en la medida que ellas vayan avanzando en su carrera deportiva, la cual en este momento es joven, pero espero que con mi experiencia , reciban consejos y emociones, siendo muy bonito ver su crecimiento
Ahora la medallista de bronce, como madre tiene un papel referente dentro de sus respectivas disciplinas y con un lugar en el olimpismo, donde con gran entusiasmo ha expresado la dicha y satisfacción de encaminar a sus hijas, en una esfera de valores y una vida saludable, que el deporte también les ha brindado.
Sin duda alguna otra de las fechas que tendrá marcada en su vida la atleta chihuahuense Damaris Aguirre, es el 7 de diciembre, la cual junto a su primera hija en brazos y embarazada de su segunda hija, se le entregó la medalla olímpica, tan deseada y trabajada por varios años.