Ejercí mi crítica dentro del PAN: Javier Corral
Fruto de la filtración, se descontextualiza sobre una supuesta ruptura mía con el partido, dice
Por eso habrá mucha magnificación, distorsión y descontextualización de hechos y dichos. Época para estar muy alertas, pero no para cancelar la posibilidad de la discusión.
Ayer, fruto de la filtración en redes, en distintos fragmentos de mi discurso en el Consejo Nacional del PAN, dentro de un debate que presumiblemente era interno, se hizo una interpretación rápida y descontextualizada sobre una supuesta ruptura mía con el PAN, con Anaya y con el Frente. “Rompe Corral con la campaña de Anaya”, fue lo menos que se tituló.
Quien haya podido ver la intervención completa -creo que ya se pueden pegar todos los pedazos-, se dará cuenta de que toda mi intervención es, en efecto, una dura y directa crítica a la dirigencia (ahí donde se tienen que decir las cosas); pero toda mi intervención fue sobre el proceso de selección de los candidatos al Senado por la vía plurinominal del que expresé mi total deslinde, para no ser parte de un proceso de simulación que, sostengo, debe reponerse porque burló normas estatutarias y principios del partido.
Una fuerte llamada de atención, sí, para que no se continúe con una dinámica de tomar decisiones tan importantes por un reducido grupo, que está abusando de la mayoría que tiene en órganos directivos. Para no arriesgar, dije, la enorme oportunidad que tenemos enfrente, ni más ni menos, de recuperar la Presidencia de la República.
Tiene razón Carlos Castillo López, al apuntar en su cuenta de Twitter: “Cuando la crítica, el debate y el disentir son vistos como
sinónimos de ruptura, y no como una práctica habitual capaz de corregir rumbos al interior de toda institución democrática, queda claro cuánto falta aún por hacer para fortalecer nuestra cultura política”.
Dijo que también es de llamar la atención el más ramplón oportunismo político que se suscitó ayer: los que hace apenas unos días descalificaban nuestra lucha contra la corrupción y el Gobierno federal -que mantenemos-, salieron a aplaudir mi congruencia y a desear e invocar la ruptura. Algunos de mis más persistentes calumniadores, disfrazados de columnistas, ya me veían engrosando las filas de ¡López Obrador!
Hubo de todo y lo dijo muy bien otro tuitero, @Celso_mx: Patéticos los militantes de Morena y los @ RebeldesDelPan que hace unas semanas se limitaban a tachar de pantomima e insultar a @Javier_ Corral y la pugna de Chihuahua vs el gobierno Federal pero que ahora le aplauden por criticar prácticas internas del PAN.
Lo cierto es que ejercí la crítica dentro de un partido que jamás me ha expulsado por hacerlo; y no es de ahora, no debiera sorprenderle a nadie, porque nunca me he quedado callado ante atropellos o burlas a los principios y estatutos.
¿Cuántos del PRI y no se diga de Morena (casi una secta) podrían decir o hacer lo mismo que yo, sin que los echen a patadas?
Que nadie se confunda pues: ni he roto con #PorMexicoAlFrente, ni con @RicardoAnaya y mucho menos con @AccionNacional. Participé en un debate interno, abierto y libre; me deslindé del proceso que integró la lista de candidatos al Senado y la impugnaremos ante el @TRIFE, porque debe reponerse, y en ese y otros temas seguiré siendo voz de muchos militantes que como yo seguimos leales y firmes al PAN, al que tanto le debemos.
Hay otra arena de la desinformación y el engaño sobre la que debemos tener cuidado: las encuestas. Hoy escribe Liébano Sáenz en Milenio, un espléndido texto sobre ello y alerta: “El analista, encuestador o consultor que se arroga objetividad e imparcialidad debe exponer para quién trabaja. Lo recomendable es mantener reserva sobre los pronósticos interesados y diferenciar entre la información de la contienda y la propaganda encubierta”.
“Los que hace apenas unos días descalificaban nuestra lucha... salieron a desear e invocar la ruptura”