Pésima decisión de AMLO(1)
Tajante, fiel a su costumbre, sentenció: la reforma educativa se cancelará. Así de contundente, así de intransigente.
Andrés Manuel López Obrador, sin dar pormenores, dijo que se derogará la reforma, al tiempo que su próximo secretario de Educación, Esteban Moctezuma, insistió sobre los foros que se llevarán a cabo en todo el país para recoger las opiniones que den pie a la conformación legislativa del nuevo modelo educativo, y otra vez a empezar, como hace seis años, ya que la primera acción de gran calado de Enrique Peña Nieto fue el Pacto por México, en donde el tema educativo fue el de mayor relevancia.
La inversión en tiempo, dinero y esfuerzo que se hizo para su concepción fue un desperdicio de proporciones mayúsculas, y qué decir de la participación de la LXII Legislatura, de los mentores, de académicos e investigadores, y sobre todo de los maestros, en su génesis. Aquí no habrá consulta popular, ni siquiera entre los docentes, aunque se trate de un tema fundamental: la educación de millones de niños y jóvenes, y sobre todo el efecto de la misma en un país emergente que aspira a tener mejores estadios de desarrollo. Recordemos que los tres componentes de la transformación del modelo educativo se ciñen a la consolidación de la rectoría del Estado; en segundo lugar, la mejora de los niveles de calidad; y tercero, la construcción de un sistema profesional docente a partir del mérito, el esfuerzo y la capacitación de un millón 220 mil maestros. Esto va a cancelar el Presidente electo.
El papel que tienen los mentores en la reforma educativa es medular en un sistema en donde hay derechos y obligaciones, y en el cual los maestros tienen ahora la certidumbre de que pueden ingresar a la carrera docente a partir de un concurso de oposición, del mérito y ascender en ella básicamente por su propio esfuerzo, por su capacidad mostrada en los diferentes procesos de evaluación. Esto no le interesa ya a López Obrador. La reforma educativa terminó con el criterio discrecional y de clientelismo político de asignar las plazas sin haber presentado un examen de evaluación de competencias. Otro cambio relevante es que los nuevos maestros no sólo vienen de las escuelas normales o pedagógicas, ahora ya pueden concursas estudiantes que egresan de universidades de cualquier naturaleza.
Son temas fundamentales que la propia sociedad avaló y que ahora están en entredicho. Por otro lado, la tasa de evaluación de desempeño de los educadores que ya están en activo, ha sido consistentemente alta en los últimos tres años, esto habla de que no sólo participan, sino que existe una autentica motivación que incide en el sueldo y en tener alumnos mejor preparados.
El modelo educativo considera otros planes y programas de estudio, con novedosos libros de texto que inclusive ya se editan en 22 lenguas indígenas. Aunado a esto, está la modernización de la infraestructura de las escuelas y la ampliación de la oferta de planteles de tiempo completo, financiada con una emisión de papel en la Bolsa Mexicana de Valores.
Las tasas de abandono escolar se han abatido. En el caso de secundaria, bajó del 5.1 al 4.2. Igual sucede en la educación media superior y en el caso de educación superior, del 7.2 por ciento al 6.7 por ciento.
Esa mejora en todos los indicadores se aprecia también en el incremento de estudiantes en educación superior o avances en la alfabetización.
Desde luego la reforma educativa es perfectible, en algunos casos es punitiva y sin duda debe ser mejorada y adaptada a las nuevas circunstancias; pero de eso a que se cancele, es una aberración.