Candado al Brexit, si no hay acuerdo
Londres. EL PARLAMENTO británico aprobó por escaso margen la creación de controles financieros diseñados para dificultar que el país abandone la Unión Europea sin un acuerdo de Brexit, propinándole un revés al gobierno de la primera ministra Theresa May.
Los legisladores votaron 303-296 a favor de una enmienda a la Ley de Finanzas que prohibiría que el gobierno gaste en los preparativos para una retirada “sin un acuerdo” que no fue autorizada por el Parlamento.
El voto en la Cámara de los Comunes ilustró la considerable oposición a la posibilidad real de que Gran Bretaña abandone la UE el 29 de marzo sin un acuerdo de divorcio vigente en cuanto a los términos de su relación con los miembros restantes del bloque.
Líderes empresariales y algunos economistas han pronosticado que se alterarán las vidas de los residentes de Gran Bretaña y un daño financiero si eso sucede. Sin un acuerdo comercial en vigor, el país podría estar sujeto a aranceles sobre sus exportaciones al bloque europeo y a una posible escasez de alimentos y medicamentos.
Sin embargo, Gran Bretaña parecía dirigirse en esa dirección debido a que May no ha podido persuadir a la mayoría en el Parlamento para que apoye el acuerdo de divorcio que su gobierno negoció con la UE.
Las inquietudes sobre los riesgos de un escenario “sin un acuerdo” han provocado discusiones sobre la posibilidad de posponer el Brexit, e incluso de solicitar otro referendo sobre la membresía de Gran Bretaña en el bloque.
Jeremy Corbyn, líder del opositor Partido Laborista, dijo que la restricción de gastos que los legisladores aprobaron fue “un paso importante para evitar que no haya un acuerdo para el Brexit”.
El 15 de enero la Cámara de los Comunes votará el acuerdo propuesto por May.