Wall Street premia la destitución de Rousseff
RENDIMIENTOS DE HASTA 300% Petrobras, Itaú y Bradesco han sido beneficiadas
LAS ACCIONES de compañías brasileñas en Wall Street fueron unas de las que mejores rendimientos mostraron en el 2016, con ganancias superiores a 100% en términos de dólares. Por ejemplo, las acciones de Petrobras avanzaron 300%, Itaú se recuperó 165% y Bradesco 197 por ciento. Y en el primer trimestre del año han extendido la racha alcista de los últimos 12 meses. En los primeros dos meses del 2017, Petrobras subió 8%, Itaú 27% y Bradesco 25 por ciento. En promedio las acciones de Brasil subieron 20% este año, lideradas por Vale, con un avance de 48 por ciento. En el mismo sentido, el dólar en Brasil viene perdiendo posiciones y el real es una de las monedas que se aprecia (+28%).
El ciclo alcista se da a partir de la especulación del cambio político y económico luego de la destitución de Dilma Rousseff y la asunción de Michel Temer. El mercado ha cortado una racha de 5 años malos para las acciones y de una importante devaluación del real que llevó a la divisa desde niveles de 1.45 reales hasta los máximos de 4.25 a fines del 2015.
La psicología del mercado brasileño se saturó fuertemente a la baja con un nivel de pesimismo importante en la calle. Aunque la situación no mejoró, las acciones se han recuperado en la medida en que anticipan lo que puede ocurrir en los próximos años, incluso con la amenaza de Trump y el proteccionismo a nivel mundial.
¿Estamos de frente a un escenario de más ganancias en los próximos años? El ETF de Brasil (EWZ) registró un aumento importante en los últimos meses, dentro de un proceso de recuperación con características tendenciales al alza, algo que no se veía desde el 2011. El hecho de que el índice opere fuera del canal es entendido como una señal de fortaleza de mediano plazo y este dato técnico abre las puertas a la especulación de avances adicionales hacia la zona de máximos del 2014 en niveles de 50 dólares primero y 55 dólares después, niveles evidenciados antes de las elecciones presidenciales.
De confirmarse esta visión, es de esperarse incluso que el avance continúe por encima de los máximos mencionados y se busquen valores más ambiciosos para adelante, intentando aproximarse a los valores vistos en el 2011, tal como lo han hecho las acciones del sector financiero.
Como conclusión, entendemos que la estructura técnica de la recuperación, sumado el pesimismo económico y la crisis política, son todos elementos que juegan a favor de una continuidad en el avance de largo plazo, con chances de que la experiencia de la bolsa argentina del 2015 sea repetida para el mercado brasileño con miras al recambio político de Brasil en el 2018.