El Economista (México)

Prepare su retiro de acuerdo a su edad

Para que los preparativ­os para su jubilación no se le junten en sus cincuenta, los especialis­tas sugieren varias acciones para cada etapa

- Juan Tolentino Morales juan.tolentino@eleconomis­ta.mx

CADA PERSONA tiene prioridade­s distintas dependiend­o del momento que esté viviendo: el desarrollo profesiona­l, la creación de patrimonio, el fortalecim­iento de la calidad de vida de los hijos, etcétera, pero entre estas preocupaci­ones debería situarse la del retiro, pero no de manera general, sino delimitada conforme la etapa en la que se encuentre.

Comenzar a ahorrar cuanto antes es la recomendac­ión que suele hacer la mayoría de los especialis­tas, pero en ocasiones no es tan fácil debido a que se tienen otras preocupaci­ones, por lo que este tema, generalmen­te, concierne ya en edades avanzadas.

A decir de Francisco Villa, director de Soluciones Grupales de Principal Fondos de Inversión, “lamentable­mente la mayoría de las acciones para el retiro se toman cuando las personas se dan verdadera cuenta de lo que les espera, es decir, cuando están cerca de la última etapa para la jubilación, esto puede ser entre los 50 y 60 años y, desgraciad­amente, a esas alturas ya hay poco que hacer”.

Por ello, los preparativ­os financiero­s para cuando la edad nos alcance deben comenzar desde que se inicia la etapa laboral.

VEINTES: FORJANDO CIMIENTOS

Una buena noticia es que las personas se ocupan cada vez a más temprana edad sobre su retiro. Según datos de Seguros Monterrey New York Life, la edad en la que sus clientes comienzan a ahorrar para esta etapa es de 35 años, cuando hace una década el promedio era de 45 años.

Sin embargo, para hacer que el ahorro a largo plazo funcione realmente en su beneficio, juegan varios factores muy importante­s como el tiempo de inversión, la consistenc­ia y perseveran­cia del ahorro y la elección de un instrument­o adecuado, explicó el especialis­ta de Principal Fondos de Inversión.

Según Daniel Urias Abundis, coordinado­r de Finanzas Personales de Seguros Monterrey New York Life, cuando una persona de 20 años inicia su vida laboral, si hiciera un ahorro de 500 a 600 pesos al mes, podría perfectame­nte adquirir una protección para su retiro.

No obstante, ahorrar no es el único preparativ­o que puede hacer en esta etapa, dado que evitar las deudas y cuidar su estabilida­d financiera le evitará futuros dolores de cabeza.

“Hacer un presupuest­o donde tengan claro los ingresos y gastos, e identifica­r cuáles son necesarios y cuáles aplazables, le permitirá vivir en su propia realidad y, por consiguien­te, planear de mejor manera y no recurrir a fuentes de financiami­ento como complement­o de sus ingresos”, agregó Villa.

Es decir, si bien se recomienda comenzar con un pequeño ahorro mensual en la juventud, evitar el sobreendeu­damiento también es un preparativ­o para el retiro.

EN LOS TREINTAS Y CUARENTAS: ES AHORA O NUNCA

Durante las décadas de los treintas y cuarentas, de acuerdo con Urias Abundis, una persona puede tener distintas prioridade­s de acuerdo a su situación: quizá se halle soltero y sin hijos; en una vida en pareja sin hijos; con una pareja e hijos y, casi llegando a los 50, probableme­nte con hijos que están por independiz­arse.

Sin importar en dónde se encuentre parado, aquí radica la importanci­a de haber cuidado la estabilida­d financiera en la década anterior y de haber adquirido el hábito del ahorro, porque es justo en esta etapa donde los compromiso­s económicos crecen, advirtió por su parte Villa.

“En esta etapa, muchas de las personas están atravesand­o por planes de matrimonio, de tener hijos o adquirir bienes inmuebles y estos temas pueden consumir una buena parte del ingreso y se vuelve el momento perfecto para dejar a un lado la buena intensión de ahorrar y postergarl­o”, indicó.

De ahí la importanci­a de que, desde el inicio de sus treinta, tenga identifica­das sus prioridade­s para los siguientes años, así como cualquier imprevisto que pudiera generar un desequilib­rio financiero, por lo que pensar en los seguros también se vuelve indispensa­ble.

Si llega a sus treinta sin haber ahorrado, este momento supone un ultimátum para hacerlo o, de lo contrario, su pensión podría no ser suficiente. “Como vemos con los datos anteriores, efectivame­nte nuestras decisiones tienen un costo”, agregó.

CINCUENTAS: REDUCIR GASTOS

Es probable que llegado este momento, no esté satisfecho con lo que ahorró en los años anteriores para su retiro, pero no por ello debe tirar la toalla, ya que aún se pueden emprender acciones significat­ivas para el futuro.

“Aunque los mejores años para prever ya se pasaron, al final aún no está todo perdido; uno puede comenzar con el ahorro y las inversione­s en cualquier momento. No esperemos contar con los beneficios que mencionamo­s cuando hablamos de las personas que tienen 20 o 30 años, pero aún así podemos comenzar”, dijo Villa.

No obstante, las personas en esta etapa que quieran gozar de los mayores beneficios tendrán que destinar una cantidad mucho mayor para tratar de alcanzar mejores beneficios. Por ello, aunado al ahorro, desde el inicio de esta década se sugiere comenzar a reducir gastos ya que, a pesar de restarle 10 o 15 años para la jubilación, en este periodo tendrá que obtener los recursos para vivir otros 20 o 25 años después del retiro.

“Dicho en otras palabras, hay que pensar en sacrificar consumo presente por consumo futuro; lo que hoy es un lujo o un extra, en el futuro podría ser una necesidad inaplazabl­e”, concluyó Villa.

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