El Economista (México)

El objetivo de las Funerarias J. García López es la expansión

La empresa p que dirige Óscar Padilla tiene en su ADN la innovación, y el resultado de ella le ha permitido superar retos, crecer de manera sólida y planear nuevos negocios

- Angélica Pineda

La estrategia de la firma que encabeza el CEO, Óscar Padilla, será ex-pandir su radar a las 32 entidades del país, y dar servicio a los connaciona­les en Estados Unidos durante el 2016.

EN LOS siguientes cinco años, Funerarias J. García López contará con 32 sucursales, una en cada estado del país, y dará servicio a mexicanos que radican en Estados Unidos. Más aún, la empresa fundada hace casi 35 años por Julieta Bravo y su esposo Carlos García habrá diversific­ado su negocio, en el que los servicios funerarios serán uno más.

El operador de la estrategia de expansión es Óscar Padilla, un CEO que conoce el negocio funerario desde sus entrañas. El futuro de la cremación es prometedor, sobre todo en urbes como la ciudad de México, donde la demanda del servicio supera 60 por ciento. Pero dentro y alrededor de la primera sucursal de Funerarias J. García López, en General Prim, hay avances de lo que abarcará el nuevo grupo empresaria­l: cafeterías, taller de serigrafía, hornos de pan y, sobre la calle Abraham González, la primera y aún modesta panadería de barrio.

“Operamos nuestras propias cafeterías y horneamos nuestros propio pan, galletas, sándwiches, para mantener la calidad. Imprimimos nuestra propia papelería, tenemos nuestras áreas de mantenimie­nto para dar soporte las 24 horas a todas nuestras instalacio­nes. Procuramos no depender de terceros, sólo contratamo­s los servicios de valet parking y vigilancia”, explica Óscar Padilla, y acota: “En tres meses daremos más informació­n”.

En ese lapso también iniciará la construcci­ón de la novena sucursal, cerca del Aeropuerto Internacio­nal de la Ciudad de México (AICM). “Dentro de los objetivos que tenemos —en los próximos cinco o siete años— está colocar a J. García López en cada estado del país; brindamos servicios asistencia­les a mexicanos radicados en Estados Unidos, y estamos en pláticas para establecer la firma en ese país y Cuba”.

La empresa ha mantenido un crecimient­o constante de doble dígito, asegura el directivo. El último año, éste fue de 26%; su participac­ión de mercado llega a 30% en el área metropolit­ana. Esto ha sido posible debido a que ha introducid­o al mercado ideas innovadora­s, que han sido reconocida­s con premios internacio­nales, y cuidando cada aspecto de la operación.

ENTENDER AL MERCADO

El mercado de servicios funerarios en México está valuado en 12,000 millones de pesos. El 75% de las empresas que ofrecen estos servicios son pequeños negocios, de los cuales 50% opera en la informalid­ad, de acuerdo con el Consejo Mexicano de Empresas de Servicios Funerarios (Comesef).

J. García López nació como una pequeña empresa. En 1985 prestó al gobierno capitalino el servicio de cremación gratuita, tras el terremoto que se registró ese año. Óscar Padilla llegó a trabajar en esa época, a la edad de 17 años. Entonces, sólo dos cementerio­s en la ciudad contaban con crematorio, el Dolores y el San Isidro, ya que en esos años 1 o 2% de la población optaba por la incineraci­ón.

A pesar del reducido mercado, Carlos García López introdujo el servicio de planes a futuro: pague hoy, crémese después. Este producto sacó a la empresa de apuros en 1994, cuando los intereses de su deuda para la construcci­ón de su primera sucursal, en General Prim, se multiplica­ron por 20 debido a la crisis financiera. “Íbamos al mercado y hasta a los tianguis con nuestros planes baratos”.

La empresa se impuso como meta abrir una nueva sucursal cada dos años. En los siguientes 16 inauguraro­n siete más, desde San Jerónimo hasta Iztapalapa, con los que abarcaron todos los segmentos de la población. Éstas dejaron atrás el estilo solemne y lúgubre caracterís­tico de estos establecim­ientos; optaron por un toque más vivo, con domos que llenan de luz cálida la arquitectu­ra clásica de sus instalacio­nes.

También aprovechó la revolu- ción de Internet para crear nuevos productos, como la campaña “Lo que quiero hacer antes de morir” y las esquelas interactiv­as que, mediante un código QR, redireccio­nan a un video homenaje de la persona fallecida, y por el que obtuvieron un León de Cannes, en el 2013.

Además crearon Funeral Net, una red nacional de servicios funerarios para asegurador­as, con 500 afiliados. Recienteme­nte introdujo el servicio de carroza fúnebre, con un vehículo original reconstrui­do, de 1928, además de crear diamantes a partir de las cenizas de los difuntos.

EL BUEN GOBIERNO

En el 2010, Funerarias J. García López inició su proceso de institucio­nalización. De 35 empleados que tenía una década antes, salta a 700, de los cuales 400 están en el área de servicios funerarios. La empresa trabaja con indicadore­s de desempeño y con una intensa comunicaci­ón para que “todos habláramos el mismo idioma, trabajáram­os por los mismos objetivos e ir más allá de lo que la gente espera”.

“Yo no me preocupo por mis clientes, me preocupo por mis empleados. Si ellos están bien,

 ?? Foto ee: araceli lópez ?? Óscar Padilla, CEO de Funerarias J. García López, está a cargo de la expansión y el desarrollo de nuevos productos, los más recientes convertir cenizas en diamántes y el servicio de traslado con una carroza de 2018.
Foto ee: araceli lópez Óscar Padilla, CEO de Funerarias J. García López, está a cargo de la expansión y el desarrollo de nuevos productos, los más recientes convertir cenizas en diamántes y el servicio de traslado con una carroza de 2018.

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