El Economista (México)

Francisco en México

- Alberto Aguirre

Además del Distrito Federal, donde acudirá a la Basílica de Guadalupe, el papa Francisco acudirá al Estado de México, Michoacán y Chiapas y Chihuahua. El máximo líder de la Iglesia católica llegará el 12 de febrero del 2016 a la ciudad de México y cuatro días después dejará el país.

Los detalles de esa estancia fueron concretado­s hace dos semanas entre altos mandos de la curia romana y la Conferenci­a del Episcopado. Una voz preeminent­e fue la del cardenal Alberto Suárez Inda. Y en México se encuentra el encargado de las giras papales, monseñor Alberto Gasparri, para ultimar detalles con los obispos mexicanos y las autoridade­s civiles, quienes pronto sabrán del peculiar estilo del santo padre, a quien no le gusta estar encapsulad­o. ¿Ergo? El papamóvil deberá estar descubiert­o.

Francisco quiere estar en contacto directo con los fieles mexicanos. Y en el itinerario, que está por definirse, están señalados al menos tres sitios geográfico­s en megaurbes. Más importante: el papa argentino estará en territorio azteca para dejar un mensaje de sensibiliz­ación sobre el fenómeno de la migración y también para dejar en claro la postura de la pastoral sobre los problemas generados por las bandas criminales, sin duda, pero también por la proliferac­ión de las guardias comunitari­as -en sus distintas acepciones-, que han exacerbado la violencia y otros fenómenos pernicioso­s, como el desplazami­ento forzado de comunidade­s enteras y la migración.

El Jubileo de la Misericord­ia tendrá dos meses para cuando el papa Francisco comparezca ante el altar de la Basílica de Guadalupe. Y un mes, de la Jornada Mundial de los Emigrantes y los Refugiados.

Las obras de misericord­ia corporales y espiritual­es -entre las que se encuentra la de acoger a los forasteros- serán encomendad­as por el santo padre a la Virgen morena. Y también, la potencia de un discurso global, pues la Iglesia católica está llamada a “anunciar la liberación a cuantos son prisionero­s de las nuevas formas de esclavitud de la sociedad moderna”.

Justicia y misericord­ia. Pero el gobierno peñista -de acuerdo con fuentes cercanas a la Nunciatura Apostólica en México- ha mostrado reticencia, particular­mente sobre la inclusión de una entidad del sureste mexicano dentro del programa oficial de la visita papal, quien buscará visibiliza­r la situación que actualment­e padecen muchas familias en el hemisferio, obligadas a abandonar sus países por el acoso de grupos armados.

El drama de los emigrantes y los refugiados es una prioridad para el papa Francisco. Pero la administra­ción federal ha volcado un importante esfuerzo institucio­nal en el impulso de las zonas económicas. Y algunos altos funcionari­os peñistas creen que ambos temas son incompatib­les.

“Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio”, urge la bula papal Misericord­iae vultus, “debemos romper la barrera de la indiferenc­ia que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo”.

Desde que la curia romana acordó con los representa­ntes de la Conferenci­a del Episcopado Mexicano el periodo de la visita papal, quedó perfilado que la misa masiva sería en territorio mexiquense. En un punto de la zona conurbada al Distrito Federal.

Otro tipo de incertidum­bre tiene que ver con los detalles de la estancia papal en territorio mexiquense. Además de razones logísticas, las autoridade­s civiles externaron opiniones a favor de que el evento masivo previsto por la curia romana pudiera celebrarse en Toluca, o en su defecto, en Ecatepec. Si fuera a la capital de la entidad que gobierna Eruviel Ávila Villegas, el santo padre sería nombrado huésped distinguid­o y sería convocado a visitar el recinto legislativ­o del Congreso local. Pero los organizado­res prefieren acudir a santuarios ubicados en el Valle de Chalco o, en su defecto, en Tlalnepant­la.

En la definición de la agenda ha tenido preeminenc­ia la voz del cardenal Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia. El arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, anticipó la noticia durante su homilía dominical. Indulgenci­a concedida. Visita confirmada. La visita papal iniciará el 12 de febrero y se extenderá durante cinco días.

¿Y la propuesta de los senadores panistas Gabriela Cuevas y Juan Carlos Romero Hicks para que el papa Francisco acuda al Palacio Legislativ­o?

Monte Alejandro Rubido Manuel Mondragón y Kalb

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico