> MUESTRA
Las dos partes del trayecto de la exposición están conectadas por un pasillo que proyecta al visitante detrás de las escenas, dentro de la búsqueda visual de Pellegrin: dibujos, cuadernos, notas, pequeñas fotografías. también la belleza del ser humano en la expresión de sus emociones más profundas.
La segunda parte se caracteriza por un espacio luminoso en el que prevalecen imágenes de una naturaleza que, en su majestad y distancia, como el trabajo en la Antártida para la NASA, parece recordarnos la fragilidad de la condición humana.
En la entrada de la exposición, un gran muro está dedicado a la batalla de Mosul en 2016, elegida por Pellegrin como metáfora de los conflictos. Además, el visitante encuentra una serie de imágenes tomadas en los Estados Unidos, que hablan de violencia, raza, pobreza, crimen, hombres, mujeres, niños, soldados, refugiados, migrantes, desde Gaza a Beirut, desde El Paso a Tokio, desde Roma a Lesbos.
Personas que oran, que gritan, que huyen, que luchan, cada imagen captura y sublima con sensibilidad los conflictos, contrastes y dramas de nuestro tiempo turbulento y complejo.
µ Proyecto
Como, en primer plano, la cara de sufrimiento de un refugiado en Lesbos debilitado por la sed, casi una Piedad de Miguel Ángel contemporánea, o las fotografías de tres prisioneros del Estado Islámico esperando la condena que Pellegrin retrató en el ≋urdistán iraquí en 2015. Las dos partes del trayecto de la exposición están conectadas por un pasillo que proyecta al visitante detrás de las escenas, dentro de la búsqueda visual de Pellegrin: dibujos, cuadernos, notas, pequeñas fotografías, dan cuenta de la complejidad de un proceso creativo basado en la investigación y el estudio. “Para Pellegrin, el reportaje no es una operación acelerada y rápida, distante y fría, sino una manifestación de interpretación personal, alimentada por la estética y la expresividad, la angustia y el sufrimiento”, escribió en el catálogo de comisario
Celant.
“Es la síntesis de una posición crítica del fotógrafo respecto a la visión impersonal de la realidad: una historia, intercalada por momentos y capítulos, que ayuda a comprender el contexto de la situación vivida”, anotó el historiador del arte.
Muy llamativo es también el proyecto fotográfico dedicado a la localidad italiana de L’Aquila, realizado por Pellegrin el pasado mes de enero con 140 pequeñas imágenes en blanco y negro que retratan una ciudad todavía herida y transmiten la desolación que sigue a la tragedia de un terremoto. la muestra el
Germano