DONACIÓN DE ÓRGANOS Y TEJIDOS, A PASO LENTO POR COVID-19
Pacientes han tenido que retrasar hasta seis u ocho meses la posibilidad de una mejor calidad de vida mediante los trasplantes
Durante los primeros ocho meses de la pandemia de SARS-CoV-2, México priorizó los trasplantes de vida o muerte, como de corazón o hígado. La contingencia sanitaria impuso una serie de barreras para este sector de la población, que, de acuerdo con el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), mantiene en la lista de espera a 23 mil 150 personas. Ya al concluir el 2020, la dependencia reveló que se llevaron a cabo 2 mil 030 trasplantes entre riñón, córnea, corazón e hígado; sin embargo, es una cifra inferior a la registrada en 2019, cuando se practicaron 7 mil 081 procedimientos. Un ejemplo del impacto es que, mientras que en 2019 hubo 33 trasplantes de corazón, el año pasado solo se concretaron nueve.
➜ Nuevas medidas
La Sociedad Mexicana de Salud, AC, presentó la charla virtual “Retos y obstáculos de la donación de órganos y tejidos en México durante la pandemia por covid-19”. En su participación, Linda Elsa Muñoz Espinoza, especialista en medicina y ciencias de la salud, académica en la Universidad Autónoma de Nuevo León, indicó que la pandemia complicó bastante la donación de órganos en 2020. Explicó que uno de los principales problemas es que los pacientes son más vulnerables debido a que durante seis meses o más consumen inmunosupresores para evitar el rechazo del nuevo órgano, que a su vez puede dejarlos más expuestos a contraer infecciones. “El paciente trasplantado, todos los primeros seis meses tiene más inmunosupresión. Cuando rebasan los seis meses, la inmunosupresión va disminuyendo”, apuntó.
Destacó que con el tiempo se han desarrollado protocolos, y los hospitales, hacia finales del año pasado, poco a poco han activado sus programas de trasplantes. “Paulatinamente se han ido reintegrando las listas de esperas para que, en cuanto haya un donador, se pueda trasplantar; pero sí, más de seis, ocho meses, todos los programas estuvieron detenidos. Ya están reactivándose, a menos velocidad de lo que era regularmente, pero ya están activándose”, comentó.
Entre los protocolos que se han tomado, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social, para donante cadavérico multiorgánico, donante vivo y receptores en lista de espera, se agregó como medida de seguridad adicional para los derechohabientes y equipo médico la toma de prueba de PCR en hisopado nasofaríngeo para virus de SARS-CoV-2 y tomografía de tórax. Los estudios deben realizarse máximo 48 horas antes del trasplante o la donación. Para los donantes cadavéricos en parada cardiaca, solo se realiza la prueba de PCR, cuyo resultado debe ser negativo para considerarse candidato a procuración de tejido.
La doctora Muñoz Espinoza añadió que los hospitales privados también jugaron un papel fundamental en los trasplantes. Cabe destacar que con la contingencia sanitaria, los hospitales privados enviaron a muchos de sus médicos a combatir el covid-19, reduciendo la atención en este sector.
➜ Reactivar donaciones
María Elena Urdiales Ibarra, profesora de la Facultad de Psicología en la Universidad Autónoma de Nuevo León y presidenta de Donar, Asociación de Trasplantes AC, agregó en la charla “Retos y obstáculos de la donación de órganos y tejidos en México durante la pandemia por covid-19” que, ante esta reactivación de trasplantes, es importante también reactivar la intención de la donación de órganos y una parte importante es hacérselo saber a la familia, ya que agregó que finalmente ellos tienen la decisión final. “En la comunidad hay mucha falta de información sobre qué es donar. Mitos que bloquean y son barreras, que no permiten que estos temas puedan ser dialogados como una opción de poder dar vida a través de un sí. Que es un sí al corazón, a tu vista, desinteresado para, cuando ya no sirvan nuestros órganos, puedan ser beneficiados por otras personas”, compartió. Urdiales Ibarra comentó que lamentablemente muchas personas tampoco ven la donación de órganos como un tratamiento a la enfermedad, y lo que hacen es relacionarla inmediatamente con la muerte. Sin embargo, dijo que hay protocolos que los pueden acercar a salvar su vida a través de esta opción.
Linda Elsa Muñoz Espinoza, especialista en medicina y ciencias de la salud, despejó además algunos mitos sobre la donación de órganos. Aclaró que solo personas que cumplen un protocolo se ponen en lista de espera, mientras que el único paciente que no espera la lista es el que va a tener un donador vivo, aunque detalló que como la mayoría de los órganos que se trasplantan es de fallecidos, ahí sí se tiene que hacer una fila. Añadió que México es de los países que tiene más insuficiencia renal y están con hemodiálisis, así como de cirrosis hepáticas por hepatitis C y de hígado graso.
➜ Mitos
Para la especialista, el mito del trasplante de órganos de forma clandestina es muy complicado que se lleve a cabo, ya que todo el proceso de donación se hace con medidas de higiene. “Simplemente si se hace a escondidas, obviamente no se hace con medidas de antisepsia, y la persona que reciba ese órgano obviamente va a morir porque está infectado. Parte del protocolo es buscar cualquier indicio de infección, porque cuando les ponemos la inmunosupresión, si ese paciente simplemente trae una caries, esa caries puede convertirse en un acceso y es un bomba de tiempo y un riesgo de muerte para quien recibe el órgano”, advirtió. Por último, enfatizó que las personas donadoras, una vez fallecidas, reciben el mejor de los tratos y son devueltas a sus familiares de forma digna.
Hasta el primero de marzo del 2021, el Centro Nacional de Trasplantes indicó que se han realizado 178 trasplantes de córnea, 99 trasplantes de riñón y 4 trasplantes de hígado.
Paulatinamente se han ido reintegrando las listas de esperas para que, en cuanto haya un donador, se pueda trasplantar; pero sí, más de seis, ocho meses, todos los programas estuvieron detenidos”
Linda Elsa Muñoz Espinoza Especialista en medicina y ciencias de la salud