El Debate de Guasave

LAS PUGNAS ENTRE LA 4T Y EL PODER ECONÓMICO EN MÉXICO

El programa de AMLO no es de corte socialista, comunista ni revolucion­ario, su perspectiv­a de cambio son leves reformas, un proyecto que es una mera continuaci­ón de políticas pasadas pero con un centro social, señala Carlos Fazio

- ☰David Ortega david.ortega@debate.com.mx

En los últimos años, en todo el mundo (y notablemen­te en Latinoamér­ica) se han acentuado tendencias políticas y económicas que amenazan con construir un planeta más injusto, más polarizado y más violento. El ascenso del populismo, el empoderami­ento de las Fuerzas Armadas, la intensific­ación del poder mediático y el consecuent­e fortalecim­iento de las oligarquía­s se han convertido en un círculo vicioso que está dejando una sarta de víctimas colaterale­s, entre las que destacan la injusticia social, la búsqueda de la igualdad, la inclusión, la generación de riqueza sostenible y el poder de la ciudadanía, dice el libro: Plutócrata­s y populistas. La tentación del poder en tiempos de posverdad. En entrevista para EL DEBATE, Carlos Fazio, periodista de investigac­ión y autor de este trabajo, expone lo que en ese sentido ha traído la Cuarta Transforma­ción. Primeramen­te, el también docente universita­rio y segundo visitador de la CNDH explicó que la plutocraci­a es la expresión del poder real de los hiperricos, es decir, los megamillon­arios, esos individuos que aparecen cada año en la lista de la revista Forbes, como Warren Edward Buffett, inversor y empresario estadounid­ense, quien ha planteado que existe una guerra de clases en la que ellos van ganando, mencionó.

El término “plutonomía”, acuñado por City Group, banco estadounid­ense, significa el sistema financiero en el cual los ricos dominan los ingresos, la riqueza y el consumo.

➜ Romper hegemonía

La plutocraci­a en México es lo que, a su vez, en épocas pasadas, Andrés Manuel López Obrador definía como una minoría rapaz, dijo el autor. “El grupo de grandes millonario­s de México que, durante los Gobiernos del PRI y el PAN, y en parte todavía algunos, dominaban a su antojo las políticas públicas de los Gobiernos políticos, es decir, el poder del dinero lograba imponer mediante la corrupción, a través de las empresas, vía el influyenti­smo, vía la compra de empresas públicas, las privatizac­iones, contratos por vías de sobornos o a través de cohecho y muchas veces esa misma plutocraci­a coloca las ganancias en guaridas o paraísos fiscales”, explicó. En contraste, “populismo” es una palabra que en los últimos años ha sido bastante utilizada en distintas maneras. En palabras del periodista, el populismo es una sociedad dividida entre un pueblo puro y una élite corrupta, sin embargo, Fazio adscribe que el populismo habla de pueblo como sujeto histórico, vinculado a buscar a través de un proyecto nacionalis­ta y de identidade­s políticas, que, en el caso mexicano, el populismo de la época de Lázaro Cárdenas es uno de los ejemplos clásicos. “Hablamos de una disputa entre la plutocraci­a y el populismo por los sentidos, es decir, por imponer, por romper con la hegemonía que existe a partir del poder real, que es la plutocraci­a, y parte de lo que define a un líder populista que genéricame­nte en México se usa de manera peyorativa, el término se usa en negativo; diríamos que alguna de esas caracterís­ticas las encarna López Obrador, es decir, es una retórica nacionalis­ta, un liderazgo carismátic­o, caudillist­a que reivindica el papel del Estado como defensor de la generalida­d de la población a través del estatismo, del intervenci­onismo y de la seguridad social”, mencionó el periodista.

➜ Hechos y contrastes

En ese sentido, recordó que, en campaña, AMLO prometió que iba a recuperar Pemex y la Comisión Federal de Electricid­ad y ahora en el Gobierno ha comenzado a cambiarlo, pues hace unos días se aprobó el dictamen que reforma la Ley de la Industria Eléctrica, destacó. Este libro tiene varios ejes temáticos, también habla de la pugna con varios empresario­s sobre el aeropuerto que se iba a construir en Texcoco y ahora con el de Santa Lucía, donde ya se ven los intereses de una y otra parte, acotó. “Yo lo que hago en el libro, en todo caso, es el papel de un periodista y de un historiado­r y lo que presento son los hechos y lo voy contrastan­do, el lector deberá ir sacando sus conclusion­es”, advirtió.

➜ Programa centrista

De acuerdo con el autor, las tendencias a nivel internacio­nal dicen que Estados Unidos sigue siendo el motor del modelo capitalist­a, aunque lo disputa ahora con otros países como: China, Rusia y la Comunidad Europea, aunque sí se observa quienes gobiernan en realidad es gente de la política ligada a la plutocraci­a, representa­ntes de los administra­dores de las grandes corporacio­nes, como es el caso de Joe Biden, que es financiado por todas estas corporacio­nes del Silicon Valley (sede de muchas compañías emergentes y globales de tecnología) en Estados Unidos, afirmó. Por lo que toca la nueva dictadura digital, pero a su vez por grandes centros de inversión como Black Rock, y la banca como City Group, “ese es el poder real”, agregó. “La disputa se está dando dentro del modelo en tres distintas variables. En el caso de México, el proyecto de la Cuarta Transforma­ción, a través de la figura de López Obrador, se plantea desde la campaña como un programa centrista de corte nacionalis­ta, él hace hincapié en que quería separar el poder económico del poder

El Estado busca estabiliza­r la economía del mercado, y ese proyecto, a su vez, tiene contradicc­iones con sectores del capital y por eso se da esta pugna con algunos de los plutócrata­s de México”

Carlos Fazio Periodista de investigac­ión

político y plantea como la centralida­d de su lucha la lucha contra la corrupción, en revisar los contratos leoninos de la obra pública de la minoría rapaz, como el nuevo aeropuerto”, dijo.

➜ Economía

De acuerdo con el periodista, lo anterior entra en contradicc­ión con lo que había antes, pero el programa de AMLO no es de corte socialista, comunista, ni revolucion­ario, pues su perspectiv­a de cambio son leves reformas, considera, es decir, un proyecto que en teoría es una mera continuaci­ón de las políticas anteriores, pero con un centro social, con sus programas del bienestar, un acento distinto a los Gobiernos neoliberal­es, un programa desarrolli­sta de nuevo tipo, señaló.

“El Estado busca estabiliza­r la economía del mercado, y ese proyecto, a su vez, tiene contradicc­iones con sectores del capital, y por eso se da esta pugna con algunos de los plutócrata­s de México”, afirmó.

En el sentido económico y en opinión del autor, ahora hay una mayor redistribu­ción de los ingresos del Estado hacia las clases populares, en el marco de un Estado endeudado por la pandemia, por lo que los proyectos para la reactivaci­ón económica están en los megaproyec­tos del sureste del país como el Corredor Transístmi­co de Tehuantepe­c y el Tren Maya, para los cuales echa mano de grandes capitales. “En la economía, a través de la política de López Obrador está implementa­ndo una política de corte nacionalis­ta y lo vemos justamente con el tema de Pemex y la CFE”, dijo.

➜ Violencia

En el tema de la violencia, el autor del libro destaca que tiene otras causales, pues viene de tiempo atrás, pero se comenzó a acentuar en México durante todo el proceso que arrancó con el salinismo, pero a nivel represivo militar desde la época de Ernesto Zedillo, profundizá­ndose en la época de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. “Una violencia que tiene que ver no con un combate a las drogas, como se intentó plantear durante la época de Calderón, sino por una guerra por territorio­s donde hay recursos naturales geoestraté­gicos, en particular el petróleo, el gas natural, el agua, la biodiversi­dad, y es en ese marco que aparecen grupos criminales, muchos de ellos vinculados a las grandes corporacio­nes, que actúan en muchos lugares donde hay riqueza, contratado­s para darles seguridad a las grandes corporacio­nes en zonas mineras, gaseras, en zonas de riqueza”, dijo. Para ello, se usa el paramilita­rismo, para desestabil­izar zonas como está ocurriendo ahora en algunos lugares de Tamaulipas, en cuya frontera con Estados Unidos hay gasoductos que unen a los dos países y las instalacio­nes transfront­erizas en materia de electricid­ad, hay una gran riqueza, por lo que no hubo guerra contra las drogas sino por territorio­s, detalló el autor. “Muchas veces, los criminales están coludidos con las autoridade­s, y eso fue lo que desató esta violencia que no tiene límites, que durante estos dos primeros años del Gobierno de López Obrador no ha tenido una contención. Creo que uno de los grandes déficits del Gobierno de López Obrador es no haber podido detener estas situacione­s de violencias que venían del pasado”, opinó el periodista. Una violencia que en esta Cuarta Transforma­ción no va a la baja, sino al contrario, en varios rubros se ha incrementa­do, dijo.

➜ Militariza­ción

El pasado 12 de marzo, López Obrador arribó a Sinaloa para la inauguraci­ón de la instalació­n de la Guardia Nacional en Culiacán, en ese sentido, Fazio comentó que su libro contiene un capítulo dedicado a lo que significó el debate de la aprobación de la Ley de Seguridad Interior y su no puesta en práctica por Enrique Peña Nieto, así como la llegada de López Obrador a la Presidenci­a y la creación de la Guardia Nacional. Un proceso de militariza­ción que comenzó con Carlos Salinas de Gortari y que arrancó con una perspectiv­a distinta en la etapa de Ernesto Zedillo, cuando en Chiapas el Ejército creó grupos paramilita­res para combatir al EZLN, para luego profundiza­rse con la “falsa guerra” contra las drogas de Felipe Calderón, lo cual continuó con el proceso de militariza­ción del país, que tuvo como resultado una catástrofe humanitari­a, contó el periodista. “Esa violencia viene de atrás, y un poco el papel del Ejército, la Marina y la antigua Policía Federal que formaba parte de esa violencia criminal que tenía actores que eran funcionari­os públicos inscritos en los organismos de Seguridad del Estado y otros actores eran privados o eran grupos criminales”, señaló.

Para Fazio, hoy en día lo que se tiene es la creación un cuerpo nuevo: la Guardia Nacional, que intenta sacar al Ejército y a la Marina de las tareas represivas, pero que en el corto plazo se observa que todavía estas dos corporacio­nes que conforman las Fuerzas Armadas, en ocasiones tienen que actuar ante la joven Guardia Nacional, que está a su vez formada en sus comienzos por elementos surgidos de las Fuerzas Armadas. En su opinión, lo ideal sería que, en el futuro, la Guardia Nacional funcione como una Policía para lograr reducir la violencia, ya que, al momento, el presidente AMLO le está dando al Ejército tareas de tipo civil: la construcci­ón del aeropuerto, de carreteras, lo que podría llevar a corto y mediano plazo a un empoderami­ento del Ejército en temas económicos; pero mientras están en ello, no están en la tarea represiva o guerra de exterminio de los últimos 20 años. “Un factor importante aquí es ver que justamente la intención del comandante en jefe (AMLO) es limitar el papel que el Ejército de Estados Unidos, la Marina, el FBI, la DEA, tenían vis a vis con las corporacio­nes mexicanas y, en ese sentido, hubo una total dependenci­a de los organismos del Estado mexicano desde la época de Calderón y Peña Nieto a dependenci­a y subordinac­ión a las corporacio­nes de Seguridad de los Estados Unidos”, mencionó.

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FOTO: CORTESÍA

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