Jesús nos muestra un camino de vida
Las ideas son peligrosas, pero sobre todo para el hombre sin ideas. Las creencias religiosas y filosóficas son en realidad tan peligrosas como el fuego, y nada puede quitar la belleza del peligro, pero el único modo de guardarnos del excesivo peligro es impregnarnos de filosofía y empaparnos de religión (Gilbert Keit Chesterton, escritor inglés, 1874-1936)
Ya estamos en Semana Santa, misma que es punto central para la religión católica y se acerca con esta semana el día más importante de ella, que es el día de la Resurrección o Domingo de Pascua, pues en él tiene lugar el evento más relevante de la fe: la resurrección de Cristo.
Tengo frente a mí la página en blanco y el anhelo de escribir algo referente a Jesús en estos días fundamentales para nosotros los católicos. Escribir algo que salga del alma y que me pueda servir tanto a mí como a los pocos lectores de esta columna.
Entonces, abriendo el libro del fallecido papa emérito Benedicto XVI, entre sus ensayos, cartas y discursos, reunidos en una cuidada edición a cargo de su biógrafo italiano Elio Guerrero, me encontré una de sus reflexiones teológicas y morales, en la que aborda la importancia de defender y transmitir la verdad de la fe cristiana, diciendo que una sociedad que trata a Dios como si no existiera pierde su libertad y su criterio para distinguir el bien del mal.
Entonces, ¿qué es el cristianismo? ¿Qué debemos hacer nosotros los que nos llamamos cristianos?
En mi fe católica, sí entiendo lo que es el cristianismo y que, para mantener la espiritualidad, hay que abordar los sacramentos, pero ¿qué debemos de hacer nosotros los que nos llamamos cristianos?
Muy difícil de contestar en estos tiempos de relativismo moral y falta de espiritualidad, donde solo la fe nos puede sostener. Jesús nos muestra un camino para llevar una vida con rectitud y por ende, de felicidad.
Pero, ¿hacemos caso de sus enseñanzas?