Diario de Yucatán

El corcho sintético, positivo

- J OSÉ CARLOS PALACIOS ( * )

Hoy vamos a hablar sobre algo que nos sucede cada vez que queremos comprar vino y no sabemos. El tema es otra de las recurrente­s preguntas que llegan a mi correo electrónic­o y esta vez me consultan si los vinos de corcho sintético son mejores que los de corcho normal y también preguntan por las botellas que traen taparrosca­s: qué tan baratos o malos son.

Voy a ser breve y conciso con el tema.

Los corchos naturales datan de la época del imperio romano, pero no fue sino a partir del siglo XVII que cobra auge usarlos. Son extraídos de un árbol que crece mayormente en España, llamado árbol silbador; solo se extrae la corteza.

Es una corteza porosa y al fabricar el corcho por esos microporos sigue fluyendo el oxígeno a las botellas, por eso es que se recomienda que el corcho esté en contacto con el vino, colocando la botella en un ángulo de 45 grados, así se evita el contacto del oxígeno con el líquido.

El otro punto es si los corchos o tapones sintéticos son confiables a la hora de elegir un vino. Tienen algunas ventajas con respecto a los naturales, primero es que a la hora de abrirlos no se rompen, no sueltan partículas, no se desmenuzan, y preservan y aíslan perfectame­nte al vino del contacto del oxígeno. El 20% de los vinos en el mundo ya viene con este tapón sintético, y la tendencia es a la alza, ya que solo los vinos de alta calidad usan corchos naturales.

Capítulo aparte es el de las taparrosca­s; normalment­e adoptar el sistema de screw cap o taparrosca es un nuevo comienzo para los jóvenes de hoy, que todo lo desean mucho mas rápido y fácil.

Países como Australia y Nueva Zelanda tienen un 93% de vinos en ese sistema, ya que los suyos son muy jóvenes y fáciles de beber, solo un 7% se consideran reservas. Nos escribimos la próxima semana, ¡salud y a destapar vinos! —————

(*) Sommelier.

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