Emergencia hídrica: hora de otras opciones
Se veía venir y ya llegó, la emergencia hídrica que padecen varias regiones del país son ahora tema diario y de primer nivel por el impacto que está causando la escasez de agua en la vida diaria de cerca de un tercio de la población de la república.
Ahora que la política polariza los principales temas nacionales, para más de 50 millones de mexicanos el tema principal es la falta de agua en sus hogares.
En la actualidad, México se enfrenta a desafíos significativos en la gestión del agua, destacando problemas relacionados con la sequía, el nivel crítico de las presas y la crisis hídrica en el sistema Cutzamala, que abastece la Ciudad de México, en donde se reporta a febrero/24 un abasto menor al 40% de su capacidad, al igual que la ciudad de Monterrey, que desde 2022 entró en emergencia hídrica debido que los niveles de las reservas de las presas Cerro Prieto y La Boca, que la abastecen, descendieron considerablemente hasta llegar a niveles menores del 5% de su capacidad.
Otrora famosos lagos del país como los de Cuitzeo en Michoacán, Chapala en Jalisco y Zumpango en el Estado de México están en grave crisis hídrica, y el turístico Valle de Bravo, alimentado por la presa Miguel Alemán, está ahora a menos de 40% de capacidad, ya que ahora está suministrando el vital líquido a Ciudad de México.
En el último reporte de la Conagua sobre la situación de presas del país destaca que de las 210 existentes, 116 están por debajo del 50% de su nivel normal.
Con corte al 15 de febrero 2024, el “Monitor de Sequía de México”, emitido por Conagua, reporta en “sequía” los estados de: Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Tamaulipas, Oaxaca, Guerrero, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, México, Aguascalientes, Nuevo León y Ciudad de México.
No solo en el país se está presentando la emergencia hídrica, algunos ejemplos: en Estados Unidos el Lago Mead, el embalse más grande del país en la frontera de los estados de Arizona y Nevada y que abastece de agua y energía eléctrica a siete estados, acusa una severa sequía desde 2021.
El río Po, el más largo de Italia que suministra agua para riego y generación de energía hidroeléctrica al norte de Italia, ha pasado de ser una gran masa de agua de 1000 m3/seg a ser ahora un arroyo que fluye sobre suelo árido de solo 300 m3/seg.
El río Danubio, el segundo más largo de Europa que atraviesa diez países, está en niveles tan bajos que deja ver ahora naufragios de barcazas militares hundidas en la 2ª guerra mundial.
El río Rin, que atraviesa seis países, lleva niveles tan bajos que ha puesto en peligro el transporte fluvial-comercial de gran parte de Europa.
El río Yangtzé en China, su histórica sequía actual ha hecho que el gobierno chino emita la 1ª. alerta nacional, ya que suministra agua para riego y generación de energía hidroeléctrica a un tercio de su población, calculado en más de 1,400 millones de habitantes.
El canal de Panamá, la mayor vía fluvial comercial mundial que une los océanos Atlántico y Pacífico, sufre una disminución en su caudal y se ha convertido en un cuello de botella, normalmente lo cruzan a diario cerca de 50 barcos, pero ahora se ha reducido a la mitad, por lo que más de 100 barcos permanecen en espera con las consecuentes pérdidas y encarecimiento de los productos que transportan.
¿Se está agotando el agua en el mundo?; pues sucede que no, desde que el planeta existe con un 70% de su superficie ocupada por el agua y un 30% de tierra, el agua no ha disminuido en volumen gracias al ciclo hidrológico; lo que ha disminuido es la cantidad de agua dulce de fácil acceso, localizado en: lagos, lagunas, ríos, humedales, acuíferos y embalses, la cual en su conjunto es menos del 1%.
Por poner un ejemplo, suponga un tambor de 200 litros de agua como total mundial, en los cuales una cubeta de 10 litros representa toda el agua dulce del planeta y solo un litro o menos es el agua dulce de fácil acceso, sucede que éste último volumen es el que actualmente está en riesgo por efecto de la contaminación causada por el ser humano, que también contribuye a la aceleración del cambio climático, así como el fenómeno climático global de El Niño, que ha traído sequías generalizadas y, que según predicciones confiables, afectará todo 2024.
En referencia a México, contribuye también la falta de una estrategia gubernamental para mitigar los efectos, así como los recortes presupuestales al principal organismo encargado de la seguridad hídrica del país.
Aun cuando se sabe que para todo el mundo el abastecimiento de agua de calidad es un asunto prioritario y de seguridad nacional, los políticos suelen verlo como programas no prioritarios y en su lugar eligen obras que sean muy visibles o como se dice coloquialmente “faraónicas”, para que la gente los califique positivo y solo cuando el “agua les llega al cuello” aquilatan su verdadero valor.
El gobierno de México mira ahora al estado de Hidalgo como alternativa para abastecer la capital; el camino va a ser el mismo, se sobreexplotará el acuífero y aumentará la crisis hídrica.
Sequía en gran parte del país y ¿cómo vamos en la Península de Yucatán? Los estados peninsulares se abastecen mayormente del agua subterránea del acuífero, el mayor de su tipo en el país y dados los mínimos escurrimientos superficiales (ríos), el acuífero resulta tener una doble función, abastecer de agua y ser receptor de las aguas de desecho, lo que lo convierte en un cuerpo de agua vulnerable a la contaminación.
Se cree tener un mar de agua dulce en el subsuelo, pero la realidad de acuerdo con un informe del Consejo de Cuenca de la Península de Yucatán indica que de 2003 a 2020 la disponibilidad de agua en la Península disminuyó 59%.
Será que el “Día Cero” está cada vez más cerca, en referencia a la escasez del agua dulce que de acuerdo con The Social Water, fundación dedica al cuidado del agua, corresponde a una fecha fatídica en la cual una ciudad, región, o país, se quede sin la suficiente agua para satisfacer las necesidades principales de subsistencia y desarrollo.
Si los acuíferos se han sobreexplotado, se requiere años para su recuperación y esperar que la naturaleza restablezca paulatinamente el daño causado; por lo que es tiempo ya de usar otra alternativa para garantizar el agua en México.
Es tiempo de mirar al mar como lo han hecho poco más de 100 países en el mundo, siendo los principales: Emiratos Árabes, Libia, Kuwait, Qatar, Estados Unidos, Japón, España, Australia e Israel, donde la desalinización del agua de mar es una realidad cotidiana para millones de personas.
Es un método costoso, pero si el gobierno mexicano tiene recursos para construir trenes, aeropuertos y refinerías, que de ninguna manera son obras de seguridad nacional, entonces puede al menos iniciar el primer gran proyecto de desalinización que garantice el abasto seguro de agua limpia siendo esto, sí y solo sí, un asunto prioritario y de seguridad nacional.— Mérida, Yucatán.