Aboga por los migrantes
El Papa exhorta a respetar derechos antes que exigir
ROMA (EFE).— El papa Francisco pidió ayer en la festividad de la Inmaculada Concepción en Roma que se tutelen los derechos de las familias que abandonan sus países y se enfrentan a la indiferencia porque “los derechos humanos van antes que cualquier exigencia, por muy legítima que sea”.
El Papa envió este mensaje durante la oración que pronunció en la tradicional ofrenda de flores ante la columna de la Inmaculada en la romana Plaza de España.
El Pontífice previamente se había acercado a orar a la Basílica de Santa María la Mayor y llegó a la Plaza de España en torno a las 15:45 horas, donde le esperaban cientos de personas.
Durante su oración, Francisco recordó que la Virgen María y José tuvieron que abandonar su país, Nazaret, e ir a Belén para el nacimiento de Jesús.
“Sabes lo que significa llevar en el seno la vida y sentir a tu alrededor la indiferencia, el rechazo, a veces el desprecio”, dijo, dirigiéndose a la Virgen.
En este sentido, el Pontífice pidió a la Virgen que esté cerca de las familias en todo el mundo que “viven situaciones similares, para que no queden abandonas a sí mismas, sino que vean tutelados sus derechos, derechos humanos que van antes que cualquier, exigencia, por muy legítima que sea”.
El Papa también se refirió a “los inconvenientes de la vida cotidiana” y subrayó que no hay que rendirse sino poner cada uno de su parte para mejorar las cosas.
En relación a Roma, animó a los ciudadanos a que pongan atención para hacer de la ciudad un lugar bello y habitable, y también deseó “sabiduría, clarividencia, espíritu de servicio y colaboración para quienes tienen roles de mayor responsabilidad, para que sirvan al bien común de la capital.
El Papa fue recibido a su llegada a la Plaza de España por la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, con quien intercambió palabras.
En los pies de la imagen de la Virgen se depositó un centro de rosas blancas, adornado
con una cinta blanca y amarilla, los colores de la bandera vaticana.
La nueva embajadora de España ante la Santa Sede, María del Carmen de la Peña Corcuera, participó en la ceremonia desde la plaza.
El Papa dedicó unos minutos a saludar una por una a las personas enfermas en silla de ruedas que siguieron la oración en primera fila.
La tradición papal de la ofrenda de flores se remonta a 1857, tres años después de la definición dogmática de la Concepción Inmaculada de la Virgen María, que formuló el papa Pío IX (1846-1878).
Aquel año, por voluntad del beato Pío IX, se erigió este monumento en la romana Plaza de España y fue él quien lo bendijo el 8 de septiembre de 1857 desde el balcón central de la embajada española ante la Santa Sede.
Beatificación
Un grupo de monjes, monjas y otros religiosos asesinados durante la guerra civil de Argelia fueron beatificados ayer sábado.
Un cardenal enviado por el Vaticano a Argelia especialmente para la ocasión realizó la inusual ceremonia para los 19 religiosos.
Fue la primera ceremonia de su tipo en el mundo musulmán, según el ministro de asuntos religiosos de Argelia. Fue posible gracias a que el papa Francisco declaró a los 19 religiosos como mártires en enero, lo que allanó el camino para la ceremonia en Orán, una ciudad en el oeste de Argelia.