Terreno fértil para incubar criminales
Ecatepec, ejemplo de marginación y falta de autoridad
Personalidades como la de “El monstruo de Ecatepec” no se dan por generación espontánea, sino que surgen como consecuencia de una serie de factores, indica Hugo Sánchez, doctor en psicología de la UNAM.
“La sociedad va dando ciertas condiciones, por ejemplo pobreza extrema, hacinamiento, problemas de estrés y de ansiedad, y esto genera desde rasgos psicóticos hasta psicopatía”.
Así, zonas marginales y con ausencia de la autoridad, como Ecatepec, constituyen terreno fértil para criminales de toda índole. “No es una casualidad trágica, es un problema de condiciones sociales”, puntualiza.
CIUDAD DE MÉXICO (EFE).— El caso del presunto feminicida que pudo matar hasta 20 mujeres ha puesto toda la atención en el Estado de México, donde las elevadas cifras de homicidios y desapariciones ponen de relieve la necesidad de atender a fondo la brutal ola de violencia contra las mujeres.
La explícita declaración de Juan Carlos N —como ha sido identificado por las autoridades— ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México ha puesto los pelos de punta a millones de personas que han visto el vídeo filtrado a los medios.
En él, el detenido, apodado “el monstruo de Ecatepec” , menciona que asesinó a unas 20 mujeres, si bien la Fiscalía le arrestó por su presunta participación en al menos 10 homicidios.
El impacto del caso puso en guardia a organizaciones civiles y activistas, quienes alertaron que la investigación no puede limitarse a la mera confesión, y que la magnitud del problema del feminicidio en el estado va mucho más allá de la actuación de una persona.
Los culpables de estos asesinatos “no son locos ni individuos aislados, sino que son redes criminales que están operando y poniendo en riesgo a las mujeres”, afirmó la coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), María de la Luz Estrada.
Para sustentar esta hipótesis, recuerda que Juan Carlos N y su esposa, Patricia —detenida con su marido—, están acusados de vender una bebé (hija de una de sus víctimas) a otra pareja, lo que muestra que hay más hilos de los que tirar.
De acuerdo con datos del OCNF, en el Estado de México se han documentado 1,420 asesinatos a mujeres entre 2014 y 2017. Las cifras que arrojan las instituciones federales y estatales son difíciles de leer porque no todos los asesinatos de violencia machista se investigan como feminicidios. En el periodo de tiempo mencionado únicamente 243 de esos homicidios fueron clasificados bajo esa figura.
La semana pasada, una mujer que fue vista por última vez cuando fue detenida por escándalo en la vía pública fue encontrada muerta. Aunque su cuerpo presentaba varios golpes, las autoridades alegaron que se había suicidado.
La señora Estrada indica que hay muchos casos de feminicidios del Estado de México que acaban siendo clasificados, sin ahondar en ellos, como suicidio.
Esto incumple las directrices establecidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en una histórica sentencia publicada en 2015 sobre el asesinato de Mariana Lima.
El caso fue cerrado cuando el marido de la víctima declaró que se había suicidado, pero la SCJN ordenó reabrir el expediente. Además, estableció que las autoridades siempre deben investigar de oficio si el crimen se cometió por discriminación a la mujer, y así establecer si se trata de un feminicidio.
“La detención de una persona, si no viene acompañada de otras cosas, no genera un cambio profundo”, comenta a EFE la periodista Lydiette Carrión, quien durante años ha investigado los feminicidios en el Estado de México.
Como ya ocurrió en 2014 cuando salió a la luz la fotografía de una mujer asesinada y encontrada en el Río de los Remedios, el caso del presunto feminicida de Ecatepec destapa de nuevo una realidad gravísima, muy dolorosa. “Y que de alguna manera se trata de resolver mediáticamente", sin realmente indagar lo que está pasando en el lugar”, argumenta la periodista.
El Estado de México también arrastra una alta cifra de desapariciones de mujeres. Son 1,796, de acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Gobernación, lo que supone el 45.84 % de todos los desaparecidos registrados en todo el estado.
Este elevado porcentaje representa una particularidad en el país, donde el volumen de hombres desaparecidos suele superar con creces al de las mujeres.