Suspenden a arzobispo retirado
Iglesia investiga presunto abuso contra un menor
NUEVA YORK (AP y EFE).— El retirado arzobispo católico de Washington Theodore McCarrick fue suspendido de los oficios públicos y podría sufrir otras sanciones después que la Iglesia recibió una denuncia “verosímil” de que abusó de un menor cuando era sacerdote en Nueva York hace más de 40 años, informó ayer la Iglesia.
La denuncia contra el cardenal McCarrick, de 87 años, resultó “verosímil y fundamentada”, agregó la Iglesia. El papa Francisco ordenó la suspensión del purpurado mientras continúa el proceso, que podría finalizar con la orden de que lleve una vida de penitencia o incluso apartarlo del sacerdocio.
El prelado McCarrick, arzobispo de Washington de 2000 a 2006, rechazó la denuncia. La Iglesia aseguró que el arzobispo colaboró con la investigación y que aceptó la decisión del Papa.
“Si bien no tengo el menor recuerdo de este supuesto abuso y creo en mi inocencia, lamento el dolor que ha sufrido la persona que presentó los cargos”, dijo el arzobispo McCarrick en un comunicado distribuido por la Iglesia católica.
La Iglesia no indicó el año ni la naturaleza del presunto abuso, ni la edad o sexo de la persona acusadora. El vocero de la arquidiócesis de Nueva York, Joseph Zwilling, apuntó que la Iglesia no estaba siendo más específica por respeto a la privacidad de la víctima.
La Iglesia indicó que notificó a las autoridades y que contrató investigadores externos al enterarse de la denuncia a través de su programa de compensación para víctimas de abusos cometidos por sacerdotes.
Los resultados de la investigación fueron entregados a una junta de jerarcas de la Iglesia católica y profesionales en leyes que consideraron la denuncia verosímil y fundamentada.
Por otra parte, la segunda visita a Chile de los enviados del Papa permitió recopilar nuevos testimonios de abusos sexuales, pero la paz y la justicia quedan aún lejos para las víctimas de la Iglesia chilena, donde no dejan de aparecer nuevas denuncias.
El arzobispo maltés Charles Scicluna y el sacerdote español Jordi Bertomeu finalizaron este martes una misión pastoral de siete días ordenada por el Pontífice, cuya visita a Chile en enero pasado fue el detonante de la peor crisis de la Iglesia católica en la historia del país sudamericano.