Cumple cien años ayudando a otros
Marcela Chuc es “un ejemplo que debemos imitar”
Para los hijos y parientes cercanos de la señora Marcela Chuc Novelo, es una bendición de Dios que ella cumpla cien años, mismos que celebró con una misa en su natal Hunucmá.
“Su devoción a la Virgen María y su dedicación para ayudar a las personas necesitadas son un ejemplo de vida, algo que debemos imitar”, dijo el padre Benigno Ku Pool de doña Marcela Chuc, quien enviudó hace 16 años de Adolfo Zel Chay.
El padre Ku Pool conoció a los esposos en los años 90 del siglo pasado, cuando era vicario de la iglesia de Hunucmá y el matrimonio colaboraba en diversas actividades de la parroquia, dedicada a San Francisco de Asís. La señora Chuc Novelo fue una de las primeras ministras en esa población, lo que le permitió llevar la comunión a varias poblaciones cercanas.
“Me llamó la atención su devoción a la Virgen María, su dedicación y entrega a las tareas religiosas”, señaló el padre Ku Pool, asignado a la parroquia de Akil.
Indicó que recordar lo realizado por la señora Marcela Chuc es “un impulso para seguir por el camino que Dios nos ha dado”.
Enseguida pidió un aplauso para la festejada, que duró varios minutos.
Marcela Chuc nació el 31 de enero de 1918 y de acuerdo con sus hijos y conocidos, tuvo una vida “adecuada a su época, de sumisión al esposo”, pero luego de asistir a un cursillo en la Casa de la Cristiandad, en Mérida, su vida cambió.
Desde ese entonces los esposos dedicaron más tiempo a las actividades de la Iglesia, en la cabecera municipal y comisarías, cuando el titular de la parroquia era Álvaro Carrillo Lugo.
Los hermanos Gualberto y Lucelly Zel Chuch señalaron que por muchos años se nutrieron
de los comentarios de su madre sobre sucesos históricos del siglo pasado. En fechas recientes, las enfermedades propias de la edad han disminuido la capacidad de la centenaria.
Una vida sana y muchos cuidados darían por resultado, además de la voluntad divina, su siglo de vida.—