Feria con errores
Funcionario llama al gobernador “Roberto Zapata”
VALLADOLID.— Con confusiones en los discursos y una mala organización, pero con una gran afluencia de visitantes, se inició la Expo Feria y en su primera jornada, anteayer viernes, se realizó una vaquería en la que participaron decenas de grupos que bailaron al ritmo de dos grupos de jarana.
En su discurso, durante la coronación de la reina Tanya Medina Berst, la alcaldesa Alpha Tavera Escalante se confundió al decir: “Viva México, Viva Valladolid y Viva la Virgen de Guadalu… Candelaria”, rectificó.
La concejala manifestó que durante sus tres años de administración rompió esquemas antiguos, de administraciones pasadas, pues rescató algunas tradiciones como es el convite que se hace días antes del inicio de la Expo Feria y por primera vez se sembró el ceibo.
Pero lo más importante, dijo, es que no se realizaron cenas para unos cuantos, ya que la convivencia debe ser con todo el pueblo.
En su turno, Joaquín Enrique Mier y Terán, secretario de Fomento Empresarial del gobierno del Estado, al referirse a la alcaldesa la llamó “Alpha Talavera”, en lugar de Tavera, y al gobernador le dijo “Roberto Zapata Bello”, en lugar de Rolando.
Un grupo de jóvenes llegó cargando el ceibo y al llegar al sitio lo sembró de inmediato, pero alguien le dijo que primero deberá hacerse el corte el listón inaugural, de modo que lo sacó y esperó su turno a las puertas del recinto ferial.
Una vez que concluyó el protocolo se inició la vaquería, en la que participaron decenas de personas que bailaron al ritmo de las bandas “Santa Cecilia y Aurorita”.
El baile lo iniciaron la alcaldesa y la reina, así como regidoras e invitados especiales como el senador Daniel Ávila Ruiz y el propio Mier y Terán.
El inicio de la Feria atrajo gran número de visitantes y algunos restaurantes reportaron buenas ventas, y en los pasillos del recinto ferial gran cantidad de gente recorrió los módulos.
Los juegos mecánicos funcionaron hasta ya pasada la medianoche y seguía llegando la gente, pues la entrada fue gratis.
Restaurantes como “El Amigo Tono” tuvieron buenas ventas, pues era un ir y venir de gente, al grado que se colocaron más mesas para quienes iban llegando.—