Una “Vuelta al Sol” musical
Sasha, Benny y Erik juegan con el pasado y presente
De principio a fin, el concierto que Sasha, Benny y Erik ofrecieron anteanoche en el Coliseo Yucatán estuvo lleno de detalles, desde la escenografía que les permitió jugar con la ubicación que tomaban en el escenario, hasta la presentación de sus músicos con un original rap, y una despedida que llenó de melancolía al público.
La energía se sintió en todo momento del concierto; los asistentes cantaron, bailaron, y hasta saltaron al ritmo de los sencillos que se desprenden de los dos discos del trío de artistas: “Primera Fila” y “Vuelta al Sol”, y también de aquellas canciones que como solistas o como parte del grupo Timbiriche fueron éxito.
Sin duda, fue una noche en la que más de uno tuvo un “flashback”, y así la mente rodó junto con Sasha Sokol a la década de los 80, y a aquel pasillo de un colegio, donde la entonces adolescente soñaba con el amor.
Erik Rubín hizo palpitar los corazones al expresar lo que sucede “Cuando mueres por alguien” y Benny Ibarra llevó a sus seguidores a un lugar para contemplar el cielo en su mirada.
Pero no todo fue nostalgia, la presentación de los exTimbiriche comenzó a las 9:45 de la noche con mucho ritmo, al escucharse los acordes de “Punto de partida”, el primer sencillo del disco “Vuelta al Sol” que da nombre a la gira con la que se presentaron a lo largo del año en numerosos escenarios de México y el mundo.
Con coreografía incluida Sasha, Benny y Erik, de inmediato pusieron de pie a los asistentes, que no pararon de cantar.
Antes de iniciar el concierto concedieron una entrevista, y destacaron el cuidado que tuvieron al montar el show con una escenografía de un cubo gigante que se divide en nueve módulos y tres niveles, a manera de un Rubik, cuyos paneles se abrían de manera independiente, de acuerdo al momento del concierto.
Así se les pudo ver al nivel del escenario, y juntos o por separado, en los diferentes módulos que formaban el cubo; fue un juego visual con imágenes del trío —actuales y del pasado.
“Esta noche”, “Todo tiene su lugar”, “Cada beso” y “Si no es ahora” fueron subiendo la energía.
Y de pronto, surgieron las guitarras para el momento acústico, en el que cada uno de los cantantes tuvo su espacio para interpretar uno de sus éxitos como solista.
Fue cuando Sasha cantó “Rueda mi mente”, Erik “Cuando mueres por alguien” y Benny “Cielo”.
Un sonido más electrónico se escuchó después en canciones como “Serás el aire”, “Inspiración” y “Como heUna
mos cambiado”.
En esta última, se proyectó sobre el cubo las imágenes de cuando eran niños y formaban parte del grupo Timbriche.
imagen de Gustavo Cerati dio paso a un “medley” de canciones de Soda Stereo, que puso de pie a quienes aún se encontraban cómodamente sentados.
“Persiana americana”, “Juegos de seducción”, “Cuando pase el temblor” y “De música ligera” hicieron vibrar al público que sacó su lado roquero.
Y para seguir en ese canal, Sasha anunció un momento musical, de una época en la que “nos vieron crecer, y en la que muchos crecieron al lado de nosotros”
Fue el preámbulo para un tributo a Timbiriche con “El baile del sapo”, “Princesa Tibetana” , “Corro, vuelo, me acelero” y “Tu y yo somos uno mismo”.
El reencuentro entre amigos fue parte de la noche, y es que varios se encontraron a las amistades de la “generación Timbriche”.
“Yo vine a escucharlos (a Sasha, Benny y Erik), pero no son de mi época, yo tengo 25”, se escuchó decir a una dama, pero su amigo que conocía su verdadera edad, le respondió: “yo también, solo que lo que venimos a ver nos delata”, y entre risas continuaron la plática.
Y es que un público en su mayoría adulto, rayando los cuarenta o ya con algunos años en el “cuarto piso”, fue el que predominó en el concierto, pero, eso sí, demostraron que aún hay energía para rato, pues sobre todo los instalados en las localidades VIP se mantuvieron casi todo el concierto de pie, cantando y bailando.
El concierto se perfilaba para cerrar, pero hubo tiempo para canciones como “Vivimos siempre juntos” de Nacho Cano, “Sin ti” y “Con todos menos conmigo” .
Un “medley” con canciones de los 80 y 90, entre las que estuvieron “Sin documentos” , “Don diablo” , “Matador” y “Así es la vida” puso a bailar al Coliseo, y en ese marco fue que Benny rapeó una original canción para presentar a los músicos y coro que los acompañaron.
Los ex Timbriche salieron del escenario, pero un par de minutos después regresaron para conceder la pieza de despedida del concierto: “Japi”, su reciente sencillo, y dar gracias por “haber estado con nosotros por muchos años, gracias a aquellos que jugaron a ser nosotros cuando estábamos chicos, por jugar hoy con nosotros en el concierto, sepan que la vida sí es mejor cantando”.—