Autoridades no pueden controlar la delincuencia
Arturo Lino Prado, director de Administración de Riesgos Integrales, teme que la delincuencia organizada controle al gobierno
Orizaba, Ver.- La iniciativa privada resiente el aumento al salario mínimo y la reducción de la jornada laboral, afirmó Arturo Lino Prado, director de Administración de Riesgos Integrales (ARI) y, autor del libro 'El ABC empresarial', pero sobre todo le preocupa que la delincuencia organizada tome poder del gobierno, aseveró.
Sin decir nombres, señaló que el narco ha tomado muchas zonas bajo su control en el aspecto comercial y exige a los empresarios, dinero para poder operar. “El gobierno no tiene todos los elementos necesarios para combatirlos”; además, de que en él también se ha infiltrado”.
Dijo en entrevista, es el panorama al que día a día se enfrentan no solo los empresarios, sino la sociedad en general. “Sí tenemos poco trabajo bien pagado, pero también tenemos terror de que sucedan más cosas”.
Mencionó que a nivel mundial se registran cambios que afectan a todos, como exceso de Big Data que vuelve menos receptivas y reflexivas a las personas y por lo contrario desarrolla más agresividad, eso se refleja en las relaciones de pareja, de amigos, etcétera.
Todo esto, apuntó, ha detonado un aumento en la demanda de la seguridad privada. “Desafortunadamente muchos piensan que la seguridad privada es un negocio fácil y lo arman de un día para otro, pero carecen de registros federales, no checan a la gente que van a emplear y tampoco pagan impuestos, están en la informalidad”. Esto afecta a los interesados en contratar ese servicio, pues se dejan llevar por los bajos costos del mismo y no por los registros que debe tener la empresa de seguridad para poder brindar ese servicio.
Explicó que cuando una persona ingresa al área de seguridad no debe tener antecedentes penales ni patológicos, debe someterse a un examen psicológico en forma, checar su comportamiento laboral y, “las empresas pequeñas que quieren saltar a este rubro no tienen estos filtros”.
Y lejos de que cuiden a las empresas, a sus clientes, estos están en sus manos y, “como la delincuencia los puede comprar porque no hay filtros, los exponen más a afrontar la inseguridad”, concluyó.
Es el panorama
al que día a día se enfrentan no solo los empresarios, sino la sociedad en general. “Sí tenemos poco trabajo bien pagado, pero también tenemos terror de que sucedan más cosas”.