Perfume musical
Los hermanos leoneses Juan y José Bustos son dos artistas nacidos en el estado de Guanajuato que gozan de fama internacional al haber pertenecido a la Sonora Santanera, institución musical que sigue gozando de alta popularidad en México y otros países.
“Perfume de gardenias” es una de las composiciones con más demanda entre los seguidores de la Sonora Santanera. Se trata de un bolero creado por el compositor puertorriqueño Rafael Hernández “El Jibarito” (1891-1965), tema que se consolidó como bandera musical para esta agrupación que lo grabó con una genuina versión bailable que sigue convocando a los bailadores para sus presentaciones en vivo y permanece en la memoria colectiva de millones de seres humanos alrededor del mundo.
Por su parte, el cantante cubano Ibrahim Ferrer (1927-2005) grabó este éxito de la Sonora Santanera en el disco “Buena Vista Social Club presenta a Ibraim Ferrer” (2001) con el cual ganó Premio Grammy con un arreglo musical más cercano al bolero y al jazz. Asimismo, sucedió con su interpretación de “Dos gardenias”, de la compositora cubana Isolina Carrillo (1907-1996) talentosa pianista que compuso este bolero en 1947 dedicado para su esposo, el cantante Guillermo Arronte, quien fue el primero en cantarlo y difundirlo en América Latina y el Caribe.
La versión de Ibrahím Ferrer se escucha con el acompañamiento musical de veteranos músicos como el pianista legendario Rubén González (1919-2003) que décadas atrás formó parte de famosas orquestas cubanas como la del creador del chachachá Enrique Jorrín (1926-1987). Además, en esta difundida versión del bolero “Dos gardenias”, se aprecia la trompeta del brillante Manuel Guajiro Mirabal, el bajo del veterano Orlando “Cachaito” López, las congas Lázaro Villa, el tambor udú a cargo de Joachim Cooder y las maracas de Alberto Valdés.
Mientras que en México la magnífica bolerista Avelina Landín (1917-1991) fue la primera en cantar “Dos gardenias”, que también ha sido grabado por la diva cubana Omara Portuondo y el español Diego “El Cigala” lo interpretó recientemente acompañado por la mexicana Sonora Santanera.
Por su parte, el famoso puertorriqueño Daniel Santos grabó “Dos gardenias” como cantante de la Sonora Matancera, agrupación que inspiró el formato de la mexicana Sonora Santanera, formada en 1955, en Santa Ana Tabasco, por el músico Carlos Colorado Vera (1935-1986), quien fue su director hasta que falleció en 1986.
El gusto de los compositores musicales por encontrar la inspiración en las flores, es una tradición histórica que se demuestra con una importante variedad temática donde encontramos, entre muchas por listar, “Amapola” del español José María Lacalle (1859-1937) que en la voz de Plácido Domingo se escucha como pieza importante del repertorio para ópera y que a principios del siglo XX también grabó el tenor italiano Tito Schipa (18881965), entre muchos cantantes de renombre que la han considerado para su voz.
Mientras que “Flor de azálea” de los mexicanos Manuel Esperón (1911-2011) y Zacarías Gómez Urquiza (1905-1982) se internacionalizó a través del cine con la educada voz del célebre guanajuatense Jorge Negrete (1911-1953). Y posteriormente el famoso Oscar Chávez (1935-2020) la interpretó imprimiéndole su estilo de trovador y bolerista. Y qué decir de “Flores negras” del cubano Sergio de Karlo (1911-2010). Y de “La feria de las flores”, que las recoge a todas para hacer una fiesta a la medida de la creatividad del moreliano Chucho Monge (1910-1964).
En esta temática, sin duda es el rosal y la rosa los que dominan el perfume de la música inspirada en las flores, pese a que las gardenias no tienen espinas, son más fragantes y de más larga vida después de cortarlas. Recordemos que el propio Agustín Lara (1897-1970) puso su inspiración en el bolero que llanamente tituló “Rosa” para cantarle a la belleza de una mujer con ese nombre. Y Juan Gabriel popularizó su “Rosa roja”. En tanto que recordamos el canto del rey del tango y “Zorzal criollo”, Carlos Gardel (1890-1935), en la dramática historia de desamor cantada en “El rosal”.
Ayer y hoy, mientras haya flores, la temática floral perdurará en el pentagrama de América Latina y el Caribe como un palimpsesto cotidiano. ¡Hasta el próximo palimpsesto!