Contraretrato
DIJO QUE SE IRÍA A SU RANCHO DESPUÉS DE TERMINAR SU GESTIÓN COMO GOBERNADOR. NO CUMPLIÓ. PERMANECIÓ PRESENTE EN LA POLÍTICA GUANAJUATENSE Y MÁS PRECISAMENTE COMO UN OPERADOR POLÍTICO ENCUMBRADO CON ASPIRACIONES DE LÍDER INDISCUTIDO DEL PAN DE GUANAJUATO. ESAS PRETENSIONES LO COLOCARON EN LA PALESTRA Y HOY YA ES POR SU PROPIO PESO CANDIDATO AL SENADO.
Miguel Márquez Márquez llega a este momento de su trayectoria política convencido -quizá hasta autoconvencido- de que hizo lo mejor disponible para Guanajuato, muy a pesar del surgimiento de la crisis de violencia que hasta ahora se mantiene incontrolable. La realidad es que durante el presente sexenio y en las campañas estatales pululan las correcciones.
Así es. Para Márquez, su gobierno hizo todo lo que estaba en sus manos para detener la violencia y la criminalidad. Tan es así, que hasta en su respuesta a Correo al pedirle una autocrítica terminó endilgándole la responsabilidad al gobierno federal.
“Yo siempre planteé con el presidente de la República y con su gabinete de seguridad el tema del huachicol, que fue el que empezó a detonar el problema. Literal, a mí me sorprendió porque el robo de combustible no era un tema en Guanajuato, pero ya teníamos que cuidar los ductos, comprar vehículos especiales, dedicar policía especial”.
Otras medidas empleadas en su sexenio como la implementación del Mando Único Policial o la instalación de Brigadas Militares, son ahora rechazadas incluso por su propio partido. Hoy esto ya tiene una contrapropuesta en la voz de la propia candidata panista, Libia Dennise García Muñoz Ledo, en una muestra palpable de que políticos pueden tener memoria corta.