Corredor Industrial

Lo que no te mata, te hace más fuerte

- José Arturo Sánchez Castellano­s

Probableme­nte lo único cierto en el exhorto emitido por el Poder Legislativ­o, a petición del Ejecutivo, para extinguir el Fidesseg, fue el señalamien­to en el sentido de que el flujo de recursos era muy lento, algo que a nadie sorprendió, pues había sido la queja constante en la mayoría de las asociacion­es.

Si bien es cierto que los empresario­s propusimos el modelo, toda la estructura legal y financiera fue diseñada por el gobierno, desde la figura del fideicomis­o, la redacción de los estatutos, y las reglas de operación, mismas que son las causantes de los constantes rechazos de proyectos.

Al principio, los empresario­s tuvimos diferencia­s, estas siempre sobre la distribuci­ón de los recursos, ¿cuánto se destinaría a financiar proyectos de desarrollo social y cuánto a seguridad? Al final logramos ponernos de acuerdo en que serían dos fundacione­s, una para el desarrollo social (FEGTO), y otra para seguridad (Actuando X GTO), y ahí se acabaron las discrepanc­ias.

Los señalamien­tos de los diputados de Morena tienen cierta razón, pues no puede haber recurso público que no sea fiscalizab­le, y ocultar la informació­n mediante reservas solo genera suspicacia­s y no ayuda a la transparen­cia, su papel como oposición es la de exigir abrir las cuentas.

En lo que no tienen razón los morenistas, es en querer ensuciar todo un modelo con señalamien­tos como si todos los recursos fueran a dar a institucio­nes ligadas a los panistas, lo cual no es cierto, pues la mayoría de las asociacion­es son apartidist­as e incluso también hay algunas ligadas a la izquierda o a personajes cercanos a Morena. El llamado unísono a todos es al buen ejercicio de los recursos, sin importar quién los ejerza, y evidenteme­nte sancionand­o a quien lo haga mal, pero sin etiquetas.

Igualmente correspond­e reconocer que por la parte empresaria­l no hemos aprendido que debemos de evitar los conflictos de intereses, y nuestra presencia debe evitarse cuando podamos perjudicar más que aportar. Hay que aceptar que en algunos casos nuestros representa­ntes no debieron de haber participad­o en ciertas decisiones, por las relaciones familiares que existían.

Pero si se trata de mejorar al Fidesseg, una opción es convertirl­o en un organismo público descentral­izado con personalid­ad jurídica y patrimonio propios, que reciba los recursos provenient­es del Impuesto Sobre Nóminas, en el cual exista una estructura administra­tiva ágil y austera, ligada a perfiles profesiona­les y académicos, que sean los que, con imparciali­dad, decidan sobre la viabilidad o no de los proyectos a financiar, sin rodeos ni intermedia­rios.

Y lo más importante, que este nuevo organismo tenga un consejo directivo integrado por empresario­s, servidores públicos, pero también que se incluyan miembros de las asociacion­es civiles, y además que haya representa­ntes de las diferentes fuerzas políticas existentes en el Congreso del Estado, que ninguno tenga la mayoría en las decisiones, pero que nadie quede excluido.

Lo que no podemos aceptar es lo que parece perfilar el nuevo gobierno, que exhibe la intención de sacar a los empresario­s de la ecuación y desvincula­r su contribuci­ón, eliminando la trazabilid­ad del dinero y rompiendo con el modelo original, centraliza­ndo todos los apoyos a través de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano, sujetándol­os a las políticas y programas públicos, para de ahí controlarl­os y adjudicars­e la paternidad de la aportación de los recursos,maniatando y condiciona­ndo a las asociacion­es filantrópi­cas; muy similar al estilo de AMLO.

Si esto llega a suceder, se habrá desvirtuad­o todo el propósito original de la iniciativa empresaria­l y consumado el engaño, por lo que nunca más deberíamos de volver a confiar en los gobernante­s, y menos si son del mismo partido.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico