PARA TOMAR EL SOL... SIN AMIGOS
ntes de manejar al nuevo integrante de la familia John Cooper Works de Mini debes asegurarte que no te falte nada: elige un destino, prepara una “playlist” y consigue... ¿protector solar?
Así es, llegó la hora de tomar el sol tras el volante del nuevo Mini John Cooper Works Convertible. Para ponerlo a prueba, se llevó de paseo de la Ciudad de México a Cholula, Puebla; claramente, con el objetivo de respirar un poco de aire fresco.
De entrada, no es un auto para pasar desapercibido, el sonido del escape “ruge” tan pronto se enciende el motor, además de que cuenta con un aspecto deportivo con frenos Brembo y grandes entradas de aire en el faldón delantero. Todo un imán de miradas.
Los interiores no desentonan: acabados de piel, asientos deportivos, interruptores cromados en el tablero así como el clásico diseño esférico del tacómetro y el velocímetro recuerdan que este no es un auto cualquiera.
APara salir de la ciudad, se mantuvo el modo Green de conducción que, enfocado en reducir el consumo de gasolina, evita revolucionar el motor, aún cuando el conductor lleve a fondo el pedal del acelerador. El resultado, un rendimiento nada despreciable de 13.2 kilómetros por litro.
Sin embargo, no tiene un aspecto deportivo solo porque sí. En la autopista se empleó el modo de conducción Sport y ahora sí, el Mini era todo un bólido de carreras.
Y es que bajo el cofre, cuenta con un motor de cuatro cilindros con TwinPower Turbo capaz de generar 231 caballos de fuerza, 39 más que en el Mini Cooper S Convertible, además de que le bastan 6.5 segundos para ir de 0 a 100 kilómetros por hora. ¿Su velocidad máxima? 240 kilómetros por hora.
Una vez liberado su potencial, bastaba con apenas tocar el acelerador para alcanzar los 90 km por hora permitidos en la Autopista; incluso, para realizar rebases, no era necesario llegar a la mitad del traslado del pedal.
A alta velocidad, se mantuvo estable y afianzado en las cuatro llantas.
¿Quieres consultar información sin alejar la mirada del camino? Basta activar un interruptor del tablero, para que frente al conductor se abra un compartimento y se despliegue el Head-Up Display, un cristal en el que se proyecta la velocidad, un ta- cómetro digital, indicaciones para llegar al destino o incluso seleccionar una canción de la lista de reproducción. La capota se abre con solo presionar un botón. Acción que incluso puede realizarse con el auto en movimiento con una velocidad de hasta 30 kilómetros por hora. Sí, el Mini John Cooper Works Convertible atraía más miradas de peatones y otros conductores. En contra juega su falta de practicidad; tiene un maletero con capacidad de 219 litros y los asientos traseros no son precisamente cómodos. Así que al manejarlo, más te vale cargar ligero y, quizá, olvidarte de darle aventón a todo tu grupo de amigos. Pero con un mini convertible, ¿quién necesita de amigos?.