Qué lindo es Michoacán
LOS COCINEROS MICHOACANOS MANTIENEN VIVA LA HERENCIA CULINARIA CON SUS INGREDIENTES, RECETAS Y RITUALES.
Xandúcata, atápakua y más preparados que te urge probar.
Gracias a Michoacán, la cocina mexicana fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad en 2010. Sus recetas y técnicas fueron presentadas como ejemplo de la rica tradición mexicana. Cuando pensamos en comida mexicana, destacan el mole oaxaqueño, el pozole de Guerrero, la cochinita pibil yucateca y hasta los tacos de la Ciudad de México, pero Michoacán tiene muchos platillos para presumir.
La cocina michoacana es una mezcla de la herencia española y las cocinas locales purépecha y tarasca. Las preparaciones michoacanas dejan que brille el elemento central, como las carnitas, las corundas, la sopa tarasca, las tortillas de charal, trucha, gazpachos y ates de frutas.
“La trucha, sin temor a equivocarme, es la mejor que existe en el país. Cuando conocí la trucha salmonada de Zitácuaro dejé de utilizar el salmón y ha sido muy bien recibida”, cuenta Fernando Martínez Zavala, chef del restaurante Migrante, en la Ciudad de México. La cocina mestiza de Michoacán se ha pulido con el tiempo. El estado tiene costas y mesetas y lo cruza la sierra de Coalcomán, parte de la Sierra Madre del Sur, lo que le da una amplia oferta de ingredientes y estilos.
Hay seis zonas que distinguen los sabores michoacanos: bajío, meseta purépecha, región lacustre, costa, capital y sur.
Michoacán ofrece mole, como el xandúcata (rojo), que se sirve con chilaquiles o espinazo en naranja, aunque también se desayuna con huevos ahogados. En Morelia hay que ir a San Miguelito o La Santa Lucha.