PERSONALIDAD ARTÍSTICA
Javier Sarmiento nos dio todos los detalles acerca del arte que ha hecho a lo largo de su vida, pues desde pequeño se inclinó hacia la pintura, expresión artística que lo llevó a emprender un viaje de éxito.
Lo que comenzó como un hobbie se ha convertido en un estilo de vida para Javier, quien ha aprendido grandes cosas en su largo camino por el mundo del arte. “Empecé a pintar desde que tengo memoria. Mi mamá tiene dibujos y pinturas mías que hacía cada vez que me sentaba enfrente de la televisión, compilando los personajes que me gustaban. Las paredes de mi casa, mis libretas, todo estaba pintado, pero no fue hasta los 12 años que empecé a pintar cuadros y hasta los 15 les dediqué más tiempo y disciplina”, dijo Javier.
Y es que además de expresar lo que siente en cada obra, Javier ha encontrado inspiración en su vida y en cada momento por el que ha atravesado, ya que lo han llevado hasta donde ahora se encuentra. “Mi arte es una representación visual de mis sentimientos y experiencias. Intento mezclar mi percepción de que me crea estímulos fuertes con la belleza de la figura humana. Me inspiran muchas cosas, tengo cuadros en los que me inspiró mi familia, otros en los que mi inspiración vino de momentos tristes y otros de momentos felices. Cuando algo me molesta o me exalta lo expreso en mis cuadros, intentando representar ese sentimiento por la paleta o la figura que decida representar”, expresó.
Su éxito se debe a que el arte que realiza está dedicado a quienes lo han apoyado en su carrera, tanto artistas como familiares, y claro, a sus clientes quienes han confiado en su trabajo en todo momento. “Antes cuando pintaba por hobbie, lo hacía por mí, me traía paz y me llevaba a un lugar donde la rutina normal del día a día se me olvidaba. Ahora intento dedicarle mi arte a las personas que me apoyan en este ámbito, como mis papás, mis amigos, los artistas que me han apoyado y a mis clientes”, mencionó.
“EL ÚNICO QUE DEBE ESTAR CONFORME CON QUIÉN ERES Y QUÉ HACES, ERES TÚ”.
Sin embargo no ha dejado de lado el seguir preparándose para ser mejor y con ello conocer nuevos lugares a los que se ha adaptado, pues ha llegado a la ciudad para continuar sus estudios y crecer aun más. “Monterrey es un lugar donde cualquier tipo de negocio, mientras uno le meta cabeza y tiempo, sale adelante. Pero no escogí Monterrey por el arte, vine aquí a estudiar, pero a donde yo vaya, pinto. La verdad es que me ha gustado mucho poder crecer artísticamente aquí. Y sí, yo vendo mis cuadros, ya sea a cualquiera que le guste uno de los míos o cuando me piden encargos”, platicó.
Sin duda, Javier se ha dedicado a consentir a sus clientes, ya que se asegura que cada pieza que realiza logre transmitir, dejando marca en cada uno de sus espectadores. “Espero que con mis pinturas las personas puedan sentir. Lo que yo quiero expresar no siempre es lo que los demás perciben, pero eso es lo que me gusta del arte. Siempre y cuando haya un estímulo generado por mi arte en al menos una persona, valió la pena hacer el cuadro”, finalizó.
“TRATA LA VIDA COMO A UNA PINTURA, TODO SUBJETIVO”.