El teatro y los actores de reparto
En el teatro engañoso de la nación, donde siempre se entrelazan las tramas del poder, la influencia y la manipulación, Justo defiende la verdad mientras Cínico teje sus redes de desvergüenza, atrapando a Ciudadano con sus voces silenciadas por las decisiones de autoridad y las consecuencias de la batalla campal entre Justo y Cínico. Mientras tanto, La Voz reflexiona sobre un despertar colectivo, invitando a ustedes, estimados lectores de esta columna de opinión que inicio en este prestigiado diario, a pasar de las graderías a la cancha y construir un futuro más justo y equitativo para todos.
En el escenario turbulento donde la política y la economía entrelazan sus hilos como marionetas emerge el drama protagonizado por Cínico, Justo, Ciudadano y La Voz, quienes encarnan los dilemas contemporáneos como actores de reparto en este teatro de país.
En la escena política hondureña, en este año preelectoral, los políticos se preparan para el gran espectáculo de mostrar sus credenciales. Cínico, conocido por su retórica elaborada y promesas pomposas, ahora busca presentar su impuesto sobre la renta como muestra de transparencia. “Mis finanzas son como la combinación de una caja fuerte: complejas y fuera del alcance de la vista pública”, declara con una sonrisa.
“¿Cómo puede el político prometer un futuro brillante mientras su pasado es tan difícil de conocer?”, se pregunta con incredulidad Justo, defensor de la verdad, quien se queda esperando las declaraciones del ISR. Mientras Ciudadano, representado por todos aquellos preocupados por el futuro educativo de sus hijos, los que buscan empleo y los enfermos, ven cómo las promesas vacías se acumulan frente a la realidad de la falta de oportunidades. La Voz resuena entre los discursos huecos y las promesas sin fundamento: “Honduras necesita líderes comprometidos con planes claros y acciones concretas, no solo actos de campaña, especialmente las relacionadas con la presentación superficial de transparencia. En el próximo año 2025 vamos a votar con conciencia y exigir responsabilidad. El poder de cambiar nuestro futuro está en nuestras manos”, debiera decir usted.
“HONDURAS NECESITA LÍDERES COMPROMETIDOS CON PLANES CLAROS Y ACCIONES CONCRETAS, NO SOLO ACTOS DE CAMPAÑA...”.