Para siempre
Henry Kissinger, exsecretario de Estado estadounidense, publicó una columna de opinión en The Wall Street Journal sobre la crisis mundial por el COVID-19. Según Kissinger, Estados Unidos está obligado a realizar un gran esfuerzo en tres dominios.
Primero, apuntalar la resiliencia global a las enfermedades infecciosas. “Los triunfos de la ciencia médica, como la vacuna contra la poliomielitis y la erradicación de la viruela, o la emergente maravilla estadística-técnica del diagnóstico médico a través de la inteligencia artificial nos han llevado a una complacencia peligrosa. Necesitamos desarrollar nuevas técnicas y tecnologías para el control de infecciones y programas de vacunación a escala de grandes poblaciones”.
En segundo lugar, apunta, hay que esforzarse por sanar las heridas de la economía mundial. “Las medidas necesarias de salud pública, como el distanciamiento social y el cierre de escuelas y negocios, están contribuyendo al dolor económico. Los programas también deberían tratar de mejorar los efectos del caos inminente en las poblaciones más vulnerables del mundo”.
Tercero, finaliza, deben salvaguardarse los principios del orden mundial liberal. “Seguridad, orden, bienestar económico y justicia. Las personas no pueden asegurarse esos beneficios por sí mismas. La pandemia ha provocado un anacronismo, un renacimiento de la ciudad amurallada en una época en que la prosperidad depende del comercio mundial y el movimiento de personas”.
Kissinger afirma: “Abordar las necesidades del momento debe, en última instancia, combinarse con visión y un programa de colaboración global”. Y sentencia: “La pandemia de coronavirus alterará el orden mundial para siempre”.