“La Enee amenaza la estabilidad fiscal del país”
El diplomático hizo una valoración de los principales desafíos en materia macroeconómica Acuerdo con el FMI “no solo es importante, sino una necesidad”, dijo
El embajador de Honduras en Washington recomendó mantener a raya el gasto corriente y el déficit fiscal
La sostenibilidad financiera de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) será uno de los principales desafíos que deberá afrontar el Gobierno en 2018, tomando en cuenta que los avances no se han consolidado y sus millonarias pérdidas representan el riesgo fiscal más importante para el país. Así lo advirtió Marlon Tábora, expresidente del Banco Central de Honduras y excoordinador del Gabinete Económico, en un análisis que compartió con LA PRENSA en torno a las perspectivas económicas de Honduras en 2018.
¿Cuáles son los principales desafíos del Gobierno en materia macroeconómica para 2018? Sin ninguna duda, el mayor reto de este Gobierno es mantener y proteger la confianza y credibilidad ganada durante el primer mandato del presidente Hernández, que a su vez permita generar y transmitir certidumbre de hacia adónde se dirige el país en materia económica, para seguir impulsando de manera sostenida las políticas y reformas estructurales que el país requiere y que el Gobierno se ha comprometido. Si bien a muchos les gusta hablar solo de cifras, lo más relevante de esta etapa es enfocarse en el desarrollo y fortalecimiento institucional en su conjunto. ¿Y cuáles deben ser las prioridades? En primer lugar, si bien la perspectiva económica para el país sigue siendo positiva y alentadora, la prioridad más importante es mantener el rumbo, a pesar de los inconvenientes en contra que seguramente el país encontrará en este año y en el futuro inmediato, sobre todo como consecuencia de la crisis poselectoral. En ese sentido, mantener el equilibrio macroeconómico y conservar la disciplina fiscal en un ambiente de menor crecimiento económico resulta prioritario e innegociable, destacando de manera específica la necesaria focalización y racionalización del gasto público, priorizando aquellos sectores que producen un evidente y cuantificable impacto positivo, mismos que ya han sido priorizados por el presidente Hernández. El fantasma siempre seguirá siendo la sostenibilidad de la Enee, donde lastimosamente los avances no se han consolidado y sigue siendo el riesgo fiscal más importante.
¿Cuáles son los riesgos de un presupuesto y déficit muy altos? Como lo mencioné en septiembre y diciembre del año pasado, el presupuesto nacional propuesto y aprobado no es viable ni responsablemente sostenible desde el punto de vista de financiamiento y menos consistente con la realidad del país, por lo que la principal tarea de las nuevas autoridades de finanzas deberá ser identificar espacios de mejora y eficiencia del gasto público para reducir el déficit fiscal por debajo de los niveles del año pasado y por ende limitar las necesidades de financiamiento en su conjunto. El no hacerlo ahora de manera decidida tendrá un efecto importante en el futuro cercano, no solo en las finanzas públicas, sino en el bienestar general del país. ¿Cuáles son los otros retos a enfrentar? El segundo reto importante de 2018 es garantizar la estabilidad de precios domésticos, administrando de manera decidida, eficiente y proactiva la liquidez, para garantizar por un lado suministrar solamente los recursos que requiere el sector real de la economía y, por otro, evitar las presiones inflacionarias, que ya son evidentes desde noviembre pasado. No está de más recordar que el no controlar adecuada y decididamente la inflación no solo afectará el poder adquisitivo y los salarios reales de los ciudadanos, sino que generará adicionalmente de manera subyacente presiones innecesarias al tipo de cambio, especialmente cuando el exceso de liquidez se utiliza para promover el crédito de consumo y las importaciones. En este contexto, tener una política monetaria proactiva y seguramente más restrictiva en el corto plazo es no solo una necesidad, sino una obligación. ¿Qué pasa con el endeudamiento del país? Ante el creciente uso de endeudamiento externo no concesional para financiar el déficit fiscal es una prioridad seguir acumulando reservas internacionales. Pensar que coberturas de reservas equivalentes a cinco meses de importación son suficientes es en mi opinión una clara falta de visión de lo que está pasando, sobre todo en este contexto de mayor endeudamiento, mayores precios de petróleo y menores precios de los principales productos de exportación.
¿Qué se espera de la relación de Honduras con el FMI? La relación con el FMI es cada vez más sólida, más profunda y muy importante, no ahora, sino desde hace varios años. Nuestra credibilidad se ha consolidado con el alto nivel de compromiso del presidente Hernández y su equipo para seguir avanzando en los principales retos macroeconómicos, como quedó demostrado con el cumplimiento del acuerdo que recién finalizó. No obstante, siempre hay riesgos y retos que afrontar en la relación institucional. En este contexto soy de la firme opinión que el acuerdo con el FMI no solo es importante para el país, sino una necesidad para enviar un mensaje claro del compromiso del Gobierno de seguir por la misma ruta, pero sobre todo de que existe claridad de hacia dónde se dirige el país en esa materia.