Un joven ejemplar y con ganas de salir adelante
Cristian Leiva saca lo bueno de sí mismo cada sábado en la Escuela Infantil de Bomberos
SAN PEDRO SULA. Durante años, las personas con síndrome de Down han sido tratadas con estigma. También se les ha limitado su participación en la sociedad. Sin embargo, con ayuda de terapias, muchos pacientes han logrado desarrollar sus habilidades. Un ejemplo de ello es Cristian Alejandro Leiva, un jovencito de 18 años a quien el síndrome de Down no le ha impedido salir adelante. “Al tercer día de nacido los médicos me dijeron que mi hijo tenía síndrome de Down, lloré todo el día pero acepté la tarea que el Señor me había dado”, recuerda su madre Estela Salinas. Desde ese momento, la madre soltera tocó puertas en busca de ayuda, hasta que llegó a la Teletón en donde Cristian recibió terapias desde los tres meses hasta el año pasado.
Admirable. Cristian es un muchacho alegre, cariñoso y muy inteligente que asiste cada sábado a la Escuela Infantil de Bomberos de la estación Mayor Roberto Rodríguez Borjas para recibir las capacitaciones básicas para ser un bombero. Él es el único alumno de la escuela con capacidades especiales. “Estoy contento de estar en la Escuela de Bomberos, me gustaría ayudar a las personas en problemas”, dice Cristian.
Estadísticas El síndrome de Down es un trastorno genético que afecta a uno de cada 1,100 recién nacidos en el mundo.
El sargento Manuel Colindres comenta que es un gran alumno. “Ahora estamos aprendiendo sobre los giros, marchas y mangueras, y Cristian ha hecho todos los ejercicios muy bien. Tiene muchos deseos de mejorar”, agrega Colindres. Además de bombero el jovencito desea ser un gran deportista, pues el fútbol es una de sus pasiones.