Suman 10 muertos por las protestas en Nicaragua
Manifestaciones contra las reformas al Seguro Social se intensificaron ayer por cuarto día consecutivo con marchas, barricadas y choques contra la policía en la capital Managua
Después de diez muertos y 80 heridos en los balances, Nicaragua y Daniel Ortega se preparan para negociar tras cuatro días de protestas y enfrentamientos por las reformas al Seguro Social que el sandinismo anunció a los trabajadores nicaragüenses.
Las manifestaciones, de las más violentas en los 11 años de gobierno de Ortega, han tenido que terminar en muerte, tras enfrentamientos entre los protestantes y la bala de las fuerzas del orden.
Hay unos “10 hermanos fallecidos” en las jornadas de protestas, lamentó la vicepresidenta y portavoz oficial, la primera dama Rosario Murillo, a medios estatales.
Anunció que Ortega acogió la propuesta del gremio empresarial de “retomar la mesa de diálogo” para buscar una solución al conflicto originado por el aumento de las cuotas patronales y laborales que buscan saldar un millonario déficit del Seguro Social.
“Estamos confirmando nuestra disposición de retomar ese diálogo abierto”, dijo Murillo, confirmándolo ayer el mismo presidente de Nicaragua, quien después de cuatro días de ausencia, habló en cadena nacional.
Más de 84 horas de “guerra” sin descanso, Managua ha sido presa de marchas, barricadas, choques con la policía y ataques a instalaciones del gobierno, hechos que se están replicando en otras ciudades del país. Durante la jornada los estudiantes se enfrentaron con la policía y levantaron barricadas en las cercanías de la Universidad de Ingeniería, de donde fueron desalojados con violencia, y prendieron fuego a al menos dos de los llamados “árboles de la vida” de la capital, gigantescos árboles metálicos e iluminados que simbolizan al gobierno.
El gobierno denunció “que vándalos atacaron con bombas molotov” e incendiaron la entrada principal de la oficialista Radio Ya, en la capital. Además acusó a los manifestantes de causar daños en el Ministerio de la Juventud, así como en una alcaldía y un centro universitario -prendido en fuegoen otras dos ciudades. Por su parte, partidarios sandinistas agredieron a manifestantes en las cercanías de la Catedral de Managua, en cuyo interior varios estudiantes habrían quedado atrapados hasta horas de la noche.
A las protestas se sumaron por la tarde cientos de trabajadores del sector privado y se registraron violentos incidentes frente al edificio del
Seguro Social. Por transmitir las manifestaciones, cuatro medios televisivos independientes fueron bloqueados por el gobierno el jueves. Un día después solo uno continuaba fuera del aire.
Al menos nueve periodistas resultaron heridos en las protestas, según el Comité para la Protección de Periodistas, con base en Nueva York.
“Llamamos a las autoridades de Nicaragua a parar de atacar a la prensa independiente y permitir a los periodistas cubrir las protestas sin amenazas ni acoso”, dijo Carlos Martínez de la Sierra, director de programa del comité.
El gobierno suspendió las clases y movilizó a sus partidarios a las calles, desesti- mando los pedidos de los manifestantes. “No nos va a temblar el pulso para defender esta paz. Vamos a defender nuestras conquistas”, donde sea y con lo que sea, advirtió el presidente del Parlamento, Gustavo Porras durante una manifestación oficialista en Managua. Las manifestaciones han tomado por sorpresa al sandinismo, que ha gobernado los últimos 11 años