“NO NOS TOMARON EN CUENTA PARA NADA”
Extrabajadores del INJUVE cuestionaron el trato recibido tras la creación de la Dirección de Integración. Si bien esta debió haberlos absorbido, aseguran que no tuvieron oportunidad para ello.
Si de integración se trata, la direccióncreadaporlaasamblea Legislativa para liderar dichas políticas en el país falló en la primera misión que se le encomendó, que fue incorporaralpersonaldelinstitutonacionalde la Juventud (INJUVE), afirma un grupo de exempleados de la extinta institución.
Luego de esperar durante cinco meses un anuncio formal de su situación, se encontraron el pasado 30 de abril con que su vínculo laboral había finalizado, pese a que el artículo 28 de la Ley del Sistema de Integración, que dio origen a la Dirección Nacional de Integración, establece que la nueva entidad “asumirá las obligaciones laborales y demás prestaciones del personal que se encontraren laborando para el INJUVE a la entrada en vigencia de esta ley”.
Sin embargo, no ocurrió así, aseguran. Tres de ellos, despedidos el pasado 30 de abril, hablaron con LA PRENSA GRÁFICA bajo condición de anonimato, para relatar lo que consideran un trato injusto hacia el personal durante este año.
“En diciembre (de 2023), todos bien confiados porque nos dijeron que no tuviéramos miedo, que el trabajo lo íbamos a conservar”, indica uno de ellos, quien además agrega que el verdadero problema inició con el año 2024.
“Pasamos cuatro meses sin tener funciones asignadas. El presidente del consejo nunca llegó a dar la cara o a decirnos algo”, agrega otra trabajadora despedida, que señala la “extraña sensación” en el personal al permanecer en la sede del INJUVE, en la colonia Zacamil, Mejicanos, mientras el de la dirección se reunía a laborar en el “megacentro”, como llaman al edificio que sirvió como vacunatorio contra el covid-19 en 2020, sobre la Alameda Manuel Enrique Araujo, en la capital.
“Nunca quisieron llegar a la Zacamil, no sé por qué. Hasta cuando ya nos habíamos ido casi todos. Como que no querían revolverse con nosotros”, apunta.
Sin embargo, esos cuatro meses sin funciones asignadas tienen un matiz. Sí les asignaron responsabilidades, aclara otro empleado: para montar y desmontar el mobiliario de los actos de la dirección.
“Sí nos tomaban en cuenta para ir sábado y domingo, ir a subir y bajar canopis, andar llevando bolsones de agua. Mandaban memorando y le decían a la gente que se acercara. La gente, por la misma cuestión de querer trabajar o pensar que nos iban a dar el trabajo, iban los fines de semana a burrear”, explica.
Esa irregularidad llegó acompañada de otra: la falta de insumos. “En ese tiempo nos tuvieron supermal, porque pasábamos algunos días sin agua, porque se la llevabanadondeestabanellosoperando,primero en el megacentro y luego en INCAF, en abril”, indican.
Luego de los dos primeros meses del año, 45 personas decidieron renunciar, ya que no tenían ninguna certeza sobre si serían tomados o no en cuenta.
Aellos,relatan,loshicieronfirmar“que renunciaban al concurso de plaza, cuando para ese momento no habían enviado las plazas disponibles todavía”, indican.
En ese concurso, de 466 plazas en la dirección, los casi 200 empleados del INJUVE solo pudieron participar para obtener 56 y, según calculan, solo 25 lograron quedar; aunque, indican, siguen sin firmar contrato a la fecha.
Quienes sí han firmado contrato, en cambio, “ha contratado personas que no cumplen con el perfil académico, que aún están estudiando y carreras que no tienen relación con la responsabilidad que van a desempeñar”, reclaman.
Este medio gestionó con la secretaría de prensa de CAPRES un espacio de consulta con Alejandro Gutman, presidente del consejo de la dirección. Sin embargo, la petición no obtuvo respuesta.
“Nos agarraron de bulteros, en andar cargando y descargando camiones. Si era de jalar 1,200 sillas, 14-16 canopis, ‘cachimbo’ de bolsones de agua; solo para eso nos ocupaban”. Exempleado,
INJUVE
“Ahora que les gustó la Zacamil, entre lunes y martes se han pasado para ahí. Por eso deduzco que quien nos hizo la camita fue el director, porque con (Alejandro) Gutman nunca pudimos hablar”. Exempleado,
INJUVE