CAMBIOS ANUNCIADOS
Antes de tomar posición, dirigentes de la bancada mayoritaria anunciaron reformas profundas en la Asamblea Legislativa y esto pasa, supongo, por una modificación profunda del Reglamento Interior de la Asamblea Legislativa y su presupuesto. De hecho han introducido cambios que merecen comentario.
En el capítulo III del Reglamento vigente se establece que la Junta Directiva estará integrada por Presidencia, Vicepresidencia y Secretarías de conformidad con el protocolo de entendimientos de los grupos parlamentarios. No hubo entendimientos pero se redujo el número de integrantes de once a ocho. Se esperaba una medida más radical; sin embargo, lograron reducirlos y generar un ahorro presupuestario de un millón.
Los integrantes de Junta Directiva son responsables de “nombrar, remover, aceptar renuncias y conceder licencias a los funcionarios administrativos y a los empleados de la Asamblea, así como a los consultores, cualquiera que sea la fuente de financiamiento con que se contraten”. Se anunció el despido de 1,019 empleados. Dicen que el contrato de servicios se les venció en abril y que son puestos de confianza. La medida es acertada. Cuando los diputados, funcionarios temporales, se retiran, debe retirarse sus empleados de confianza. Esto es de lógica administrativa, ¿coincide con la lógica política?
El nombramiento de gerentes, empleados y consultores es, según el reglamento vigente, de exclusiva responsabilidad de la Junta Directiva. Los coordinadores de los grupos parlamentarios proponen candidatos, la Junta Directiva los aprueba y contrata y son removidos a solicitud del coordinador del grupo parlamentario. Toda contratación requiere acuerdo de Junta Directiva y seguramente reflejará la composición partidaria. No se duda que continuará la evaluación del 50 % y más de las plazas que siguen disponibles. La reducción del presupuesto de funcionamiento ¿podrá superar los siete millones anunciados?
La Junta Directiva de la Asamblea Legislativa es responsable de nombrar proporcionalmente a los diputados y diputadas que integran las comisiones permanentes establecidas en el Reglamento. Se mantienen las 20 comisiones permanentes, las integraron y difundieron la mora legislativa. Hasta 300 expedientes encontraron, dicen. Ojalá que se concentren en temas estratégicos para el país y el bienestar de la población y ojalá que se recupere el realismo, la confianza y la credibilidad.
Dice el Reglamento vigente que la Junta Directiva debe recomendar a las comisiones un plazo prudencial para emitir los dictámenes. Con la mora identificada, seguramente nadie se ocupó de este mandato reglamentario con anterioridad. De hecho, hay un cambio radical. Una de las comisiones permanentes discutió, acordó y dictaminó en una sola reunión. Agilidad nunca antes vista, especialmente en la discusión de préstamos internacionales. ¿Mantendrán este ritmo?
¿Cuál será el plazo prudencial para dictaminar que recomendará la Junta Directiva? Debe preguntarse porque los diputados y diputadas están obligados a conocer los proyectos de ley que se estudian en las comisiones a las que pertenecen y a informarse sobre todos los proyectos sobre los que tengan que votar. Cumplir con esta obligación es fundamental para que tengan opinión y postura pública sobre cada uno de los anteproyectos que discutan y que voten.
La Junta Directiva tendrá, tarde o temprano, que emitir postura sobre el capítulo VII. ¿Se necesitan estos grupos parlamentarios? Por el perfil y la composición de la Asamblea Legislativa, convendrá, seguramente, evaluar la pertinencia. Se podría tener una fuente adicional de ahorro presupuestario porque seguramente no se necesitan coordinadores con rango de secretarios de Junta Directiva. ¿O sí?
También tendrá que evaluar la pertinencia de las oficinas departamentales en donde son prohibidas las actividades partidistas. ¿Cuáles son los objetivos de estas sedes? ¿Puede ahorrarse gastos de funcionamiento?
Se mantienen las 20 comisiones permanentes... Hasta 300 expedientes encontraron, dicen.