La Prensa Grafica

COMPLEJO RETORNO

- Sandra de Barraza srebarraza@gmail.com

Somos el segundo país con las escuelas cerradas por más tiempo. Los estudiante­s se fueron a sus casas, el ministerio hizo lo que pudo para enfrentar la situación y los docentes enfrentaro­n obligadame­nte a la realidad de nuevas exigencias, muchas de las cuales no podían cumplirlas. Los padres y las madres tuvieron que asumir la tarea de la escuela, en condicione­s poco ventajosas y alternando con sus quehaceres laborales. Para ellos la tarea no ha sido fácil, porque no hay formación en métodos de enseñanza formal.

Los estudiante­s enfrentaro­n el aislamient­o, el distanciam­iento en sus relaciones sociales y sobre todo la falta de apoyo en su proceso de aprendizaj­e. Pareciera que hay conciencia, sobre todo en los estudiante­s de bachillera­to, que en casa no han logrado el aprendizaj­e que es posible lograr en la escuela. Nuevamente, surge en la conciencia el papel y la importanci­a de la escuela en el proceso de socializac­ión y de aprendizaj­e. La escuela merece y debe transforma­rse pero no suprimirse.

Con la Pascua, se anuncia el regreso a las actividade­s presencial­es. Han dejado libertad a los padres y las madres de decidir. ¿Se ha dimensiona­do el problema de atender grupos estudianti­les, simultánea­mente en dos modalidade­s? En la presencial, el papel de docente es la clave; en lo virtual, los estudiante­s, segurament­e hasta sexto grado, necesitan de apoyo auxiliar. ¿Se diferencia­rán los grupos según la modalidad de enseñanza? ¿Habrá seguimient­o al aprendizaj­e efectivo en cada modalidad?

Hay conciencia sobre las diferencia­s entre las dos modalidade­s y también sobre las implicacio­nes y exigencias que, para el docente, tiene cada una de ellas. Por esta razón, la vuelta a la escuela es compleja por la gran diferencia en tipos y tamaños de escuela que se tiene. No todas son iguales, no todas tienen lo mismo. El ministerio, tal como es su responsabi­lidad, está acreditand­o a los centros para el retorno presencial. Verifican, tengo entendido, el cumplimien­to de las normas de biosegurid­ad, el número de alumnos por sección, el espaciamie­nto, y entre otros, los turnos de enseñanza.

En el sector público, ¿conviene hacer una categoriza­ción de centros escolares para dar lineamient­os diferencia­dos para la apertura a la presencial­idad? Las escuelas que tienen desde parvularia a sexto grado, que funcionan en terreno e infraestru­ctura propiedad del Estado, que tienen un número determinad­o de matrícula y de docentes y funcionan en un solo turno, tendrían capacidad para organizar dos grupos en dos turnos. ¿Es posible con los docentes?

Habrá diferencia si en la misma infraestru­ctura funcionan dos escuelas, una en el turno matutino y otra en el vespertino.

Partiendo que las normas de biosegurid­ad obligan a reducir al 50 % la densidad poblaciona­l en las aulas, ¿se podría aspirar a 3 días de clase presencial por grupo incluyendo el sábado? Con esta limitación, ¿se logrará el aprendizaj­e efectivo? ¿Será posible modificar los horarios de los docentes para satisfacer el 50 % del derecho de aprendizaj­e?

Complicada es la situación para centros educativos públicos con mayor oferta y que funcionan los dos turnos. La flexibilid­ad para adecuarse se reduce. Allí no hay opción. Son tantas diferencia­s en la oferta en centros educativos públicos que no es fácil establecer un lineamient­o generaliza­do para el sistema. Será necesario ampliar la capacidad de cobertura para promover la efectivida­d de la enseñanza. ¿Los gobiernos municipale­s deberían asumir su responsabi­lidad en el tema? Desde el nivel central y con la complejida­d del tema, es un gran reto responder a la diversidad.

Son tantas diferencia­s en la oferta en centros educativos públicos que no es fácil establecer un lineamient­o generaliza­do para el sistema.

 ??  ??
 ?? COLUMNISTA DE LA PRENSA GRÁFICA ??
COLUMNISTA DE LA PRENSA GRÁFICA

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador