BANCA ADQUIRIÓ 56% DE EMISIÓN DE LETES
A MENOS DE 15 DÍAS DE INICIAR EL AÑO EL MINISTERIO DE HACIENDA BUSCÓ RECURSOS FRESCOS. EN 2020 LA DEUDA A CORTO PLAZO SOBREPASÓ LOS $2,000 MILLONES.
“El costo financiero se paga con los impuestos que pagamos todos, y particularmente recae en los hogares”. José Luis Magaña , ECONOMISTA.
El Ministerio de Hacienda obtuvo $14.8 millones el martes con la primera subasta de Letras del Tesoro (LETES) del año. De los $14.8 millones adjudicados, $4.1 millones fueron adquiridos por inversionistas, a través de casas corredoras de bolsa; $8.3 millones fueron comprados por la banca y $2.4 millones por los fondos de pensiones de forma directa.
La tasa a la que fue colocada esta primera subasta fue de 7.5 %, y su plazo promedio de vencimiento fue fijado en 360 días.
Las LETES son papeles que el Gobierno emite en el mercado de valores local para financiar deficiencias temporales ingresos. En el presupuesto general de 2021, la Asamblea Legislativa le autorizó al Ejecutivo emitir LETES hasta por un monto que no exceda el 25% de los ingresos corrientes del Estado, que en el actual ejercicio fiscal equivalen a $1,424.1 millones, según el Acuerdo No. 13 del Ministerio de Hacienda.
El saldo de las emisiones de LETES y CETES sobrepasó en 2020 los $2,000 millones, uno de los saldos “más altos que se ha visto”, destaca el economista José Luis Magaña.
“Lo que ha pasado es que ya los LETES no se utilizan para cubrir brechas temporales de ingresos sino que van cubriendo otro tipo de gastos que van surgiendo, que luego se van acumulando en este saldo y cuando ya los niveles eran grandes, estamos hablando de $900 millones, $1,000 millones, $1,200 millones el Ejecutivo solicitaba una emisión de bonos y se tiraba la deuda a largo plazo”, comenta.
Con la brecha de ingresos por la cuarentena, los LETES se utilizaron para cubrir los déficits generados por la pandemia y programas gubernamentales como la entrega del bono de $300, agrega el economista. “Ya en marzo cuando se veía el cierre ya se podía haber planificado un programa de transferencias monetarias, un programa de entrega de canastas básicas y encontrar las fuentes de financiamiento, que no necesariamente tenían que ser las LETES”, considera Magaña. En su opinión, aunque en la emergencia se recurrió a LETES, estos se debieron pagar con otras gestiones de deuda que se cancelan a largo plazo.
“Un manejo responsable de las finanzas públicas hubiera sido utilizar el dinero que ya tenían para el largo plazo (préstamos y bonos) y con ese financiamiento cubrir lo que se tuvo que hacer con las LETES y no haber acumulado el saldo”, concluye.
En la medida que el Estado necesite más recursos para pagar la deuda, implicará un ajuste en gastos, lo que muchas veces se refleja en recortes programas sociales, advierte el economista. Otra posibilidad es que se aumente impuestos, aunque Magaña no lo visualiza para este año.