LAPAROSCOPÍA
(TOMADO DE CLÍNICA MAYO)
En este procedimiento mínimamente invasivo, que requiere anestesia general, el cirujano realiza varias incisiones pequeñas en el abdomen. Se utiliza gas para inflar el abdomen y facilitar el examen de los órganos internos.
Se inserta un tubo pequeño con una cámara diminuta (laparoscopio) en una de las incisiones. Guiado por la cámara, el cirujano inserta pequeños instrumentos a través de las otras incisiones para reparar la hernia con una malla artificial.
Las personas que tienen una reparación laparoscópica pueden tener menos malestar y cicatrices después de la cirugía y pueden regresar más rápido a sus actividades habituales. Sin embargo, algunos estudios indican que la recurrencia de la hernia es más probable que suceda con la reparación laparoscópica que con una cirugía abierta.
La laparoscopía permite al cirujano evitar el tejido cicatricial de una reparación anterior de la hernia, por lo que es una buena opción para las personas cuya hernia es recurrente después de una cirugía de hernia tradicional. También podría ser una buena opción para las personas con hernias en ambos lados del cuerpo (bilateral).
Algunos estudios indican que una reparación laparoscópica puede aumentar el riesgo de complicaciones y de recurrencia. Pero si el procedimiento es realizado por un cirujano con amplia experiencia en reparaciones laparoscópicas de hernia, los riesgos son menores.