Salvadoreña que trató de reunirse con hija podría ser deportada
La nueva política en inmigración del Gobierno de Trump en EUA ordena que los padres que pagen a coyotes para que lleven a sus hijos pueden ser deportados.
Las autoridades de inmigración de Estados Unidos, en obediencia a una orden ejecutiva del presidente Donald Trump, han abierto un proceso de deportación en contra de la salvadoreña M. P., quien pagó para reunificarse con su hija y, a la vez, salvarla del acoso sexual de pandilleros de la que era presa en El Salvador. El periódico estadounidense Dallas News publicó la historia de M. P., quien dio dinero a los coyotes para que su hija, de 13 años, pudiera migrar hacia el país norteamericano, pero por vías ilegales.
La salvadoreña tiene más de una década de vivir en Texas, por lo que no pensó que cuando los oficiales de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) la contactaron correría peligro de ser deportada.
M. P. no estaba al tanto de una orden ejecutiva que el presidente Trump firmó el 25 de enero pasado, recién tomada la presidencia de los Estados Unidos, ni de los memorándums que el entonces secretario de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), John Kelly, hizo públicos en febrero.
“El personal del Departamento (de Seguridad Nacional) deberá ejecutar fielmente las leyes de inmigración de los Estados Unidos en contra de todos los extranjeros que son deportables”, consigna la sección A de uno de los dos memorándums de Kelly, quien ahora es la mano derecha de Trump en la Casa Blanca. Ambos textos están disponibles en la web y ahondan en detalle cómo el DHS llevaría a la práctica la orden ejecutiva en inmigración de Trump.
La hija de M. P. fue detenida por los agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP, en inglés) y, al igual que el resto de menores no
“Los padres y familiares de estos menores, que suelen estar ilegalmente presentes en Estados Unidos, le pagan a traficantes de personas varios miles de dólares para traer a sus hijos a este país”. JOHN KELLY, EXSECRETARIO DE SEGURIDAD NACIONAL.
acompañados, fue puesta en manos de Servicios Sociales para luego ser entregada a un “patrocinador”: en este caso, su madre. Días después, la connacional se convirtió en una de los más de 400 inmigrantes detenidos en una operación de ICE llevada a cabo en junio, dijo Dallas News (Texas). La agencia dijo en ese momento que en el operativo, los policías arrestaron a varios adultos que habían pagado a “traficantes de personas” para traer a sus hijos. ICE asevera que esta práctica alimenta las redes de tráfico de personas.
Entre octubre de 2016 y agosto de 2017, un total de 8,850 menores no acompañados de El Salvador han sido aprehendidos en la frontera sur de Estados Unidos. Entre ellos, la hija de M. P. En total, 29,758 menores no acompañados del Triángulo Norte de Centroamérica fueron detenidos, de acuerdo con los datos que el DHS publica mes a mes.
Según la lógica de la Casa Blanca, los progenitores que usan las redes de tráfico de personas “conspiran para violar las leyes de inmigración”, por lo que deberían de recibir un castigo.
“Los padres y familiares de estos menores, que suelen estar ilegalmente presentes en Estados Unidos, le pagan a traficantes de personas varios miles de dólares para traer a sus hijos a este país. Trágicamente, muchos de estos niños caen víctimas de robo, extorsión, secuestro, abuso sexual y otros crímenes por parte de los traficantes, o de otros grupos criminales a lo largo del peligroso viaje a través de México hacia los Estados Unidos”, dijo Kelly en los lineamientos girados en febrero a las autoridades de Inmigración, que en ese entonces estaban bajo su cargo.
El número de menores no acompañados que cruza la frontera con México ha caído de forma drástica en los últimos meses. El presidente Trump se ha adjudicado este “triunfo” en más de una ocasión.
Dallas News aseguró que M. P. está buscando aplicar a un proceso de visa que evitaría su deportación. La joven madre no ha sido acusada de tráfico de personas, finalizó el informativo.