FRANCISCO PIDE MAYOR COMPROMISO A SACERDOTES
La homilía que fue celebrada con los nuevos cardenales, obispos y demás sacerdotes, tuvo una alusión directa para el sacerdocio. El papa destacó que la iglesia se debe fortalecer para soportar las realidades que se viven en la actualidad.
El papa Francisco mandó ayer un mensaje directo a su curia: la invita a no callar ante los problemas que enfrentan las sociedades en la actualidad. Aunque su homilía tuvo mucho carácter religioso, rompió su habitual llamado a la responsabilidad para con la sociedad de todos los cristianos para poner un punto de inflexión a su clero.
Durante la misa de la conmemoración de los apóstoles San Pedro y San Pablo, que concelebró con los nuevos cinco cardenales, entre ellos Gregorio Rosa Chávez, el obispo auxiliar de San Salvador, Francisco pidió a su iglesia comprometerse más con el evangelio.
“Hoy en día, en varias partes del mundo, a veces en un clima de silencio, —un silencio con frecuencia cómplice—, muchos cristianos son marginados, calumniados, discriminados, víctimas de una violencia incluso mortal, sin que los que podrían hacer que se respetaran sus sacrosantos derechos hagan nada para impedirlo”, señaló el pontífice.
El papa ya había entregado la birreta y el anillo cardenalicio en el consistorio ordinario público, pero faltaba, muy a su propósito, el mensaje que quería transmitir, no solo a los nuevos cardenales y arzobispos, sino también a la curia reunida en la Plaza San Pedro. Lo matizó con realidades que acontecen con frecuencia, aunque la homilía tuvo un carácter más espiritual, más dirigido a la iglesia, con copia, sin duda, para los laicos.
Francisco dijo que para la vida del apóstol existen tres palabras: confesión, persecución y oración, y fue al punto directo con su clero al recordar el hecho bíblico cuando Jesucristo preguntó a los apóstoles: “¿Quién creen ustedes que soy?”. “Esta pregunta, esencial, la dirijo a todos, pero especialmente a nosotros pastores", recalcó.
La homilía de ayer no se diferenció mucho en solemnidad con la del consistorio, salvo que en la Plaza San Pedro había mucha más gente que en la Basílica y en esta última se pudo comulgar, un hecho que la feligresía católica considera de suma importancia.
El discurso estuvo cargado de responsabilidades para la iglesia, así lo considera el padre Edwin
“(Mi nombramiento) generó un ambiente de esperanza, de alegría, de que podemos superar las cosas que parecen imposibles; (pero) espero que esta ola que se ha levantado no se vaya a quedar en nada, esa es la gran tarea, que esto tenga continuidad”. GREGORIO ROSA CHÁVEZ, CARDENAL DE EL SALVADOR
Henríquez, director de la radio YSAX, La Voz del Buen Pastor: “La homilía es para toda la iglesia y, claro, los que deben dar el primer paso son la jerarquía, que debe confesar la fe en medio de la persecución en unidad de oración con Dios y con toda la iglesia”, explicó.
El canciller del arzobispado de San Salvador, monseñor Rafael Urrutia, también interpretó un llamado directo de Francisco hacia los sacerdotes, y coincide con el pontífice en que no se debe tener una iglesia pasiva. “Las humillaciones no se buscan (...) Él quiso orientar la reflexión en orden al compromiso, el cual puede traernos persecución y humillaciones, que debemos soportar por amor a Jesús y al evangelio”.
Pero además del “regaño”, llevó esperanza. Gregorio Rosa Chávez explicó a la prensa que su elección como cardenal había causado mucha alegría en el país, pero adelantó que ese hecho no debe quedar allí: “Generó un ambiente de esperanza, de alegría, de que po- demos superar las cosas que parecen imposibles, y esto es muy bueno; (pero) espero que esta ola que se ha levantado no se vaya a quedar en nada, esa es la gran tarea, que esto tenga continuidad”, apuntó.
Rosa Chávez también pareció coincidir con el papa —con palabras diferentes, pero en realidades semejantes—, cuando dijo que algunos pueblos estaban “atribulados en todo, más no aplastados; apurados, más no desesperados; perseguidos, pero no abandonados”. El cardenal salvadoreño considera que uno de esos pueblos es El Salvador: “Es un pueblo que tanto ama él, que quiere ver en paz; esa es la lucha mayor que tenemos que retomar con decisión porque se necesita desesperadamente la paz, que parece que nunca va a llegar”.
Al final de la misa, el papa rompió el protocolo y subió en el papamóvil para saludar a los fieles que todavía quedaban en la Plaza San Pedro.