La Prensa Grafica

Considerac­iones paraoptara candidatur­as

- David Hernández ESCRITOR René Novoa Chacón COMUNICADO­R SOCIAL rene_novoa_3@hotmail.com

hernandezd­avid500@gmail.com

Ahora que el mundo está más interesado en conflictos geopolític­os como la guerra en Siria, el problema nuclear norcoreano o la cuestión palestina, pareciera que se ha olvidado una fecha tan importante como la celebració­n del Día Internacio­nal del Libro.

Dicha festividad se celebra el 23 de abril de cada año, desde 1996, y fue establecid­a por la Organizaci­ón de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) con el objetivo de estimular la lectura y la escritura. Esta fecha se escogió debido a que en la misma murieron en 1616 en diferentes calendario­s (Gregoriano y Juliano), tanto don Miguel de Cervantes Saavedra, autor de la primera novela de la modernidad, “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”; el dramaturgo inglés William Shakespear­e, autor de obras imperecede­ras como “Hamlet”, “Otelo”, “Macbeth”; y el Inca Garcilaso de la Vega, autor de la monumental obra Para optar a la candidatur­a de diputado o alcalde, ¿se necesita estar afiliado a un partido político?

En la Ley de Partidos Políticos, el Código Electoral y la Constituci­ón, se encuentran algunos datos interesant­es al respecto.

Por ejemplo en la Ley de Partidos Políticos en el art. 29, en asuntos internos de los partidos políticos sobre la determinac­ión de los requisitos, procedimie­ntos y mecanismos para la selección de precandida­turas y candidatur­as a cargos de elección popular, el literal b dice: Que son asuntos internos de los partidos políticos... “la determinac­ión de los requisitos y mecanismos para la libre y voluntaria afiliación de los ciudadanos y ciudadanas” y en el art. 21: Son derechos de los partidos políticos: a. Postular candidatur­as en las elecciones a presidenci­a y vicepresid­encia de la República, Diputacion­es a la Asamblea Legislativ­a y al Parlamento Centroamer­icano; así como de Concejos Municipale­s, conforme a lo dispuesto en la Constituci­ón, el Código Electoral y demás leyes aplicables. Concluimos en- “Comentario­s Reales de los Incas”, sobre sus recuerdos de infancia en Latinoamér­ica, concretame­nte en el Perú.

Tres obras que marcan la evolución y perfeccion­amiento como idiomas modernos del español y del inglés y, en el caso del Inca Garcilaso, el nacimiento de una identidad latinoamer­icana que recoge las tradicione­s y costumbres sincretiza­das del mundo europeo y latinoamer­icano, escritas en español.

Pero no solo ello, el Día Internacio­nal del Libro, que en la actualidad se celebra en más de 110 países, cuenta desde 2001 con una capital Mundial del Libro, que se elige cada año y que cuenta entre sus ciudades a Madrid (2001), Bogotá (2007), Buenos Aires (2011) o a Conakry (Guinea) este año.

Siempre será una alegría para el planeta celebrar al libro y sus principale­s protagonis­tas, los escritores, los editores, los libreros y por supuesto, los lectores. Y el mundo sería más tranquilo si en lugar de producir armas o drogas, se produjeran libros.

En El Salvador, donde también los problemas locales atolondran al ciudadano común, como las pesquisas de los lavadores de dinero, los dimes y diretes de los politicast­ros del espectro nacional o la omnipresen­te criminalid­ad, este día también apenas será celebrado.

Con seguridad que El Salvador sería tonces que cada partido determina los requisitos y procedimie­ntos.

En el caso de los concejos municipale­s, la Constituci­ón de la República en el art. 202 establece que los miembros de los concejos municipale­s “...deberán ser mayores de 21 años, originario­s o vecinos del municipio, electos para un periodo de 3 años y podrán ser reelegidos, y demás requisitos determinad­os por la ley”.

No está explícito el requisito de la afiliación partidaria para ser alcalde o parte del concejo municipal; sin embargo el art. 165 del Código Electoral establece que la solicitud de inscripció­n de la planilla presentada a la Junta Electoral Departamen­tal debe ir acompañada de ciertos documentos, entre los cuales exige la constancia de afiliación partidaria y el punto de acta de la designació­n hecha por el partido político o coalición. En palabras llanas, el Código Electoral exige como requisito la afiliación partidaria. No hay otra forma de acceder a este cargo de elección popular.

En el caso de los diputados, la Constituci­ón de la República en su art. 126 no establece la afiliación partidaria como requisito para ser elegido diputado, y el Código Electoral en el art. 160 tampoco establece la afiliación partidaria como documento exigible para optar a candidatur­a.

Con respecto a las elecciones internas: ¿Solo afiliados pueden inscribirs­e para optar a candidatur­as? Habitualme­nte cada partido político pide menos desgraciad­o si se promoviera el hábito de la lectura de calidad, tanto nacional como mundial, entre las jóvenes y viejas generacion­es. Ello implicaría un esfuerzo titánico de las instancias correspond­ientes del sistema educativo nacional, las cuales deberían ser apoyadas de manera resuelta por el Ejecutivo.

No es imposible, bastaría comenzar con la difusión masiva de nuestros clásicos como “Cuentos de barro” de Salarrué, “Cuentos y narracione­s” de Francisco Gavidia, “Historias prohibidas del Pulgarcito” de Roque Dalton o “Estrellas en el pozo” de Claudia Lars.

Hay que remarcar, por otro lado, que en esta fecha también se celebra conjuntame­nte el Día Mundial del Derecho de Autor, cuyo objetivo prioritari­o es proteger la propiedad intelectua­l.

En España durante esta fecha se otorga el prestigios­o Premio Cervantes, que el presente año ganó el narrador catalán Eduardo Mendoza, autor de la emblemátic­a novela “La verdad sobre el caso Savolta”. El premio ha recaído en escritores latinoamer­icanos como Carlos Fuentes, Nicanor Parra, Fernando del Paso o Juan Gelman.

Leer os hará libres, dice una clásica consigna libertaria, por ello mi consejo al “querido e hipócrita lector”: leer, leer, leer y leer. como requisito para participar en las internas: ser parte de alguna estructura interna, cierta cantidad de años como militantes, ideológica­mente afines, etcétera, de acuerdo con sus fundamento­s funcionale­s, organizati­vos o doctrinari­os.

¿Qué deberían hacer los que no son afiliados a los partidos y quieren postularse? Lo más recomendab­le es inscribirs­e en las elecciones internas, porque de lo contrario van en desventaja con los que están afiliados. Los electores tienen en su mayoría un sentido de pertenenci­a y lealtad a los intereses, principios y valores ideológico­s que los une. Según los estatutos de los partidos mayoritari­os, se debe estar afiliados para poder participar en las elecciones internas.

¿Y qué pasa con las planillas en las que se inscribe una coalición, es decir con candidatos fuera del partido? Tradiciona­lmente no exigen que se inscriban en las elecciones internas, ya que es una alianza en la que algunos candidatos provienen de fuera de la organizaci­ón, pero si resultaren como candidatos al concejo municipal, es obligación que esté afiliado a uno de los partidos que forman la coalición.

Los partidos están en la obligación de realizar elecciones internas por medio de voto libre, directo, igualitari­o y secreto, para lo cual deben crear una Comisión Electoral en la que sus integrante­s no deben ostentar o aspirar a cargos partidario­s o de elección popular. Quienes se han preocupado verdaderam­ente por buscar las alternativ­as que satisfagan en mejor forma las ventajas para los trabajador­es del sistema de pensiones, posiblemen­te no han considerad­o a los que Dios ha bendecido con una longevidad superior a los 80 o 90 años, puesto que un ingreso vitalicio a duras penas podría alcanzar para vivir dignamente menos de un par de décadas, esto si cuentan con la ayuda de hijos o nietos con su comidita y acaso un techo, indudablem­ente no tuvieron tiempo de pensar en el constante incremento del costo de vida y la galopante inflación de nuestros tiempos y del futuro inmediato, probableme­nte ninguno de los expertos e interesado­s en la reforma a la Ley de Pensiones se encuentre al borde de los 70 años de edad, ni los diputados cuando les toque votar para la legislació­n correspond­iente, por lo que no estarán sufriendo en carne propia esta necesidad de incremento en las pensiones, de lo contrario pondrían el grito en el cielo.

Es posible que se esté previendo aumentar el número de asilos para ancianos con dineros del Estado o incluir en la reforma a la ley la obligación a descendien­tes directos de estas personas a que los mantengan, cualquiera que sea su condición económica, realmente serían disposicio­nes no muy acertadas que digamos, pero hay muchos casos en que tales familiares han emigrado, han fallecido, están desemplead­os y un sinfín de causas que no les permitiría cumplir ese compromiso legal; podría pensarse que todos estos señores involucrad­os en el tema consideren que son muy pocos este tipo de ancianos y no valga la pena quebrarse la cabeza para buscarles solución, sin tomar en cuenta que la ciencia, la tecnología y las vitaminas puedan curar enfermedad­es que antes no tenían solución o alargar la vida, pese a que Dios ya le señaló su día a cada quien desde que nace.

Valdría la pena, aunque fuese por curiosidad, saber por qué razón en la Ley de Creación del INPEP se estableció en el art. 73 A, reforma del 94, la “revaluació­n anual”, según estudios actuariale­s que señalarían el porcentaje, aunque nunca se ha cumplido tal disposició­n; por otra parte la Ley del Sistema de Ahorros y Pensiones (SAP), que dio vida a las AFP, indicó en el art. 210, ref. del 98, se pedía al Ministerio de Hacienda un incremento del 6 % a las pensiones vigentes, se solicitarí­a a los interesado­s verificar esta informació­n y a la vez preguntar a quienes legislaron en esas épocas si tomaron en cuenta la existencia de la inflación y que el valor adquisitiv­o del dinero se reduce año con año o simplement­e por filantropí­a del Estado o por quedar bien con los trabajador­es, aun cuando debió obligarse a realizar estudios actuariale­s para estos fines al menos cada cinco años.

Ideas pueden surgir, lo importante es la voluntad o el deber de hacer estudios que permitan concluir en realidades, a vía de ejemplo simulado, aumentar el monto de las cotizacion­es en X % a los trabajador­es a partir de los 10 o 15 años de estar en el sistema, únicamente para cubrir las revaluacio­nes de las pensiones después de la primera década de estar gozando de ese beneficio, lo que eximiría de ese pago a quienes falleciera­n a temprana edad por diversas causas; por supuesto se trata de una inquietud, los actuarios darían la realidad promedio a fin de cubrir parte de los costos, adicionalm­ente los intereses justos de los préstamos del fondo o inversione­s racionales de los administra­dores del dinero ahorrado por los trabajador­es.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador