Mes de la Patria
Septiembre está a las puertas, y eso para muchos es propiciador de remembranzas inspiradoras. Yo, personalmente, tuve la suerte de formarme en una institución educativa donde el concepto y el sentimiento de Patria eran valorados al máximo. Allá en aquellas aulas y espacios del Colegio García Flamenco, que por entonces estaba ubicado en la Octava Calle Poniente, muy cerca del Palacio Nacional, del Cine Apolo y de la librería Navas, septiembre era mes de intensa inspiración sobre la salvadoreñidad, sus gestas, sus símbolos y sus personajes, cívicos y culturales. Tengo presente, como si lo estuviera oyendo ahora mismo, el mensaje de maestros de pura sangre, como don Rubén H. Dimas y don Saúl Flores, que se hacía sentir, a largo de todo el año lectivo, desde enero hasta octubre, no sólo con palabras sino sobre todo con hechos. Cada lunes, en el campo de juego abierto entre las aulas, todos los alumnos nos congregábamos para el saludo a la bandera en palabras de don Rubén. Y es que si bien septiembre es formalmente el Mes de la Patria, la devoción patriótica debe ser culto de todo el año y de toda la vida. Si así lo practicáramos todos, siempre y en cualquier circunstancia, de seguro el país dejaría de semejar un páramo para reanimar su condición natural de jardín.
David Escobar Galindo