Evitemos la primera copa
Se considera al famoso doctor alemán-norteamericano E. M. Jaellinek como el primero en descubrir científicamente que los enfermos alcohólicos con el primer trago que se echen experimentan un ansia física y mental irresistible, por seguir tomando alcohol y una pérdida de control también en el alcohol, por eso no sienten cuando se echan la segunda y la tercera copa y continúan tomando hasta estar emborrachados; entonces vienen los problemas y los pleitos con los amigos con los que han estado tomando y con otros. Luego se abstienen unos días, semanas o meses hasta volver a la misma primera copa, por consiguiente y como dicen los Alcohólicos Anónimos (AA), en lugar de planear en no volver a tomar nunca, en tratar de limitar el número de copas o la cantidad de alcohol, hemos aprendido a concentramos en evitar únicamente una copa, la primera. El programa de Alcohólicos Anónimos intenta ayudar a que el enfermo alcohólico se resista a tomarse esa única copa, para que así se mantenga abstinente, es decir, sin tomar, evite su desastre, el de su familia y el de cualquier otra persona de la sociedad y se libere, para siempre del alcohol y de esa manera empiece a vivir una vida feliz y útil con sus seres queridos que tanto les han sufrido sus desastrosas borracheras.
Concepción Salomón Grande Rauda