TODO EL PAíS LO LAMENTA
No solo las Fuerzas Armadas lamentan la detención de varios soldados involucrados en un caso de presunto tráfico de armas, municiones y explosivos, presumiblemente destinados a la narcoguerrilla responsable de los atentados, secuestros y asesinatos. El país también lo lamenta, porque el hecho devela serias debilidades entre las filas de quienes están llamados a garantizar nuestra seguridad.
La Fiscalía y la Policía Nacional allanaron varias instalaciones militares en operativos que se extendieron por varias provincias. La Ministra del Interior no confirmó ni desmintió que armamento de uso de Fuerzas Armadas tuviera como destino grupos irregulares del frente ‘Oliver Sinisterra’, liderada por alias ‘Guacho’, responsable del asesinato de compatriotas, incluidos los colegas del diario El Comercio.
Desde antes se reportaban detenciones de grupos delincuenciales en los que figuraban militares y policías. Complicidad que parecería remontarse en el tiempo, como parte de una bien trabada red de abastecimiento de pertrechos al narcotráfico. Los operativos que se emprenden tal vez sean clave para el desmontaje de esa red y la captura no solo de sus ejecutores, sino también de sus mentalizadores y usufructuarios.
La reconstrucción de nuestras Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, sin embargo, debe continuar, reforzarse e ir al fondo de la naturaleza y origen de esta tragedia caiga quien caiga. No solo la paz ciudadana y la seguridad deben preservarse, también la dignidad y la decencia de ambas instituciones están en juego. La sociedad toda así lo reclama y espera por su cumplimiento.