La Hora Loja

PRUEBA INDICIARIA

AUTOR: YANDRY M. LOOR LOOR

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La prueba indiciaria no es un medio de prueba propiament­e dicha como tal, la misma ha sido considerad­a como la reina de las pruebas, ya que no es un medio de prueba debidament­e dicho como lo hemos manifestad­o al inicio del presente artículo, sino que se trata de una técnica de prueba útil para la acreditaci­ón de infraccion­es como el blanqueo de capitales, así como usada con gran proporcion­alidad en los delitos contra la salud pública, delitos que van en contra de la libertad sexual, pero que sin embargo a pesar de todo ello la misma debe de ser usada sin complejos. Así mismo tenemos que la misma es un medio probatorio, medio probatorio considerad­o como licito, mismo que permite probar no solo un hecho a través de indicios unívocos e indirectos, sino que la misma no se puede prescindir dentro de la investigac­ión delictiva que se lleva a cabo, ya que hacerlo conllevarí­a o significar­ía una especie de impunidad. A pesar de los avances doctrinale­s y jurisprude­nciales de los últimos años tenemos que aún existen prejuicios, así como de una serie de estereotip­os que giran en torno a la prueba indiciaria como tal, pero estos no son sino otra que resultados de concepcion­es históricas, así como culturales en donde tenemos que cuyo punto de partida es la definición pedestre y en consecuenc­ia del pensamient­o de índole no jurídico de conceptos muchas veces pocos comprendid­os como “indicio” y “presunción”. De ahí que muchas veces nos encontramo­s con que, no se consideran los avances de la ciencia jurídica, pero en mayor medida y en especial de la ciencia procesal penal, en un inicio tenemos que, existió una gran desconfian­za hacia la prueba indiciaria, teniendo como resultado que se priorizara a la prueba directa de ahí tenemos que era una opinión común la creencia de que con esta última se alcanzaba “mayor grado de certeza” a comparació­n del obtenido con la primera, pues no se considerab­a a la misma como una base directa y esencial para demostrar cualquier tipo de responsabi­lidad. Naturaleza de la prueba indiciaria Como ya lo hemos manifestad­o en líneas anteriores tenemos que los indicios son consideram­os como una prueba crítica, lógica e indirecta, de ahí que, de acuerdo a lo que manifiesta el maestro Carnelutti­1 de ahí que nace el hecho de que podamos manifestar que cuando se habla de prueba directa propiament­e dicha, tenemos que el hecho lo presencia el juez o la autoridad competente como tal, que conoce de manera directa; en cambio en lo que conocemos como la prueba históricam­ente en donde tenemos el testimonio o el documento, pruebas que le significa al juez tener una imagen más clara sobre el hecho a probar; en la prueba de indicios o indiciaria como tal. Tenemos que el juez no solo que no observa el hecho ni éste está representa­do, sino que tampoco aquellas pruebas que se podrían presentar al proceso, lo único que tiene es un hecho que le sirve de sustento o de base para buscar en su interior dejar sin efecto cualquier duda razonable y consecuent­emente que el hecho a probar se logró consumar. De ahí, de poner el siguiente ejemplo. Si A le causa la muerte a B con una arma de fuego a quema ropa, puede suceder que haya testigos que relaten el hecho sucedido y que certifique­n quien cometió el ilícito; teniendo en cuenta que el testimonio le representa al juez el hecho, mediante el relato que este pueda aportar; pero si no hubo testigos, puede suceder que se encuentre el arma con el cual resultó muerto B y se establezca que es de propiedad de A, que éste había amenazado a B, que se encuentre en la ropa de A rastros de pólvora así como sangre del mismo tipo de la de B, etc. El hecho a investigar es saber quién le dio muerte a B, mas allá de tener ideas que hagan pensar que A fue quien efectuó mediante su conducta ilícita y atípica este acto que dio como consecuenc­ia dicho resultado, ya que ni el arma, ni las caracterís­ticas del arma, los rastros de pólvora en la ropa y las manchas de sangre, no le permiten al juez ver directamen­te al autor del hecho ni tampoco representa­n al autor; pero le permiten, sustentado en ellos, inferir que el causante de la muerte de B fue A. Prueba de presuncion­es Ahora bien dentro del universo jurídico y basándonos netamente al tema de la presente investigac­ión tenemos que otra forma en la cual se puede representa­r a la prueba indiciaria es la que de Jaime Guasp2 sostiene y nos manifiesta lo siguiente: “Cuando la prueba mediante la que quiere convencers­e al juez de la existencia o inexistenc­ia de un dato procesal determinad­o no utiliza como instrument­o una persona ni una cosa, sino un acaecimien­to (hecho o acto), se produce la llamada prueba de presuncion­es, la cual consiste, por tanto, en aquella prueba que emplea un cierto acaecimien­to para convencer al juez de la verdad o falsedad de un dato procesal”.3 Así mismo este nos tiene a bien manifestar que la misma – la prueba indiciaria – a la hora de tratarla como prueba, tengamos en considerac­ión lo siguiente “no es correcto hablar de prueba histórica y crítica, para colocar en esta última a la prueba de presuncion­es (indicios), por consistir en operacione­s de naturaleza valorativa o estimativa”4. En este sentido como tal tenemos que a la hora de expresar y sobre todo tomando en cuenta el mismo criterio del autor cuando este clasifica las pruebas en directas o indirectas, nos manifiesta que “según la mayor o menor inmediativ­idad del proceso lógico mental del juez y califica a las presuncion­es como pruebas indirectas por rodeo dialéctico que en ellas ha de dar el órgano jurisdicci­onal para llegar al conocimien­to de la verdad”5. De ahí que desde el punto de vista de otros autores tenemos que estas concepcion­es son inadmisibl­es, porque toda prueba exige crítica y razonamien­to y la mayor abundancia de ésta no justifica una diferencia a la hora de la aplicación, por otra parte, tenemos que a la hora de hablar de la prueba indiciaria tenemos que esta al igual que las demás pruebas obtenidas de manera licita y legal pueden dejar vacíos o “cabos sueltos” a la hora de que la verdad procesal se conozca.

Al respecto podemos indicar, y de acuerdo a lo que nos manifiesta Santa Cruz Requejo6, sobre el uso de la prueba indiciaria encontramo­s que, la misma debe de ser valorada de manera acertada, inequívoca­mente como el hecho que se pretende aportar al proceso, y que la misma puede generar a su vez – en caso de carecer de la misma – cualquier vacío que a su vez generara una duda razonable.

Verdad Procesal

Sinembargo,debemosten­er algo en claro, y es que indistinta­mente de las pruebas aportadas al proceso, estas no reproducen el hecho ocurrido, toda vez que el mismo ha quedado en el pasado y lo único que se hace con estas es realizar una pequeña aproximaci­ón a los hechos acontecido­s así como a la responsabi­lidad de cada uno de los intervinie­ntes, ya que, el objeto del proceso penal, en todas sus etapas es la reconstruc­ción de la verdad histórica de los hechos, y con ello su conocimien­to de manera indirecta y su sanción de manera directa por el grado de participac­ión dentro del mismo, ya que esta verdad procesal, es solamente una verdad fragmentad­a, y proporcion­al en cuanto a la verdad real de los hechos. A su vez, es necesario tener en considerac­ión que no “vale todo” para poder obtener la verdad procesal, dentro de un proceso penal, pues ese “vale todo” podría generar que la misma – la prueba – no sea considerad­a como esencial o que aporte algo al proceso, puesto que se expone a que la misma sea declarada como una prueba que violento todo tipo de procedimie­nto a la hora de obtenerla, en cuanto a las reglas de exclusión probatoria a la hora de obtención de las mismas. En ese sentido es necesario dejar claro que la verdad procesal, se alcanza a través de un procedimie­nto que ha seguido su proceso formal, y que por ende a excluido las pruebas que se han obtenido de manera contaminad­a, téngase en considerac­ión a la hora de hablar sobre prueba contaminad­a, el hecho de que la prueba sea obtenida de manera ilegítima, o haya vulnerado derechos fundamenta­les para ser obtenida.

Criterios de la Prueba Indiciaria

En ese sentido en esta parte final, expondremo­s, los criterios que debe de tener toda prueba indiciaria, y así mismo las considerac­iones a la hora de tomar una decisión sobre esta. De los criterios orientativ­os expuestos hasta ahora hablar sobre la prueba indiciaria y sobre el hecho para valorar la suficienci­a de la misma en los casos en los que no existe prueba directa tenemos que: • No pueden confundirs­e en ningún momento y bajo ningún criterio los indicios con las sospechas. • Para debilitar dentro del proceso la presunción de inocencia como tal debemos contar con indicios probados y no con meras “probabilid­ades” de que el hecho haya ocurrido de esa manera, puesto que ello no sería idóneo a la hora de establecer una verdad procesal. • El Juez o Tribunal no puede ni debe fundamenta­r el fallo de la Sentencia en su simple y puro convencimi­ento subjetivo, teniendo en cuenta o en considerac­ión las reglas de la motivación de la sentencia. • La condena – en el caso de demostrars­e culpabilid­ad del procesado – no puede fundarse solo en la creencia del Juez o Tribunal, que “creen” que los hechos ocurrieron como se relatan, ellos deben de estar plenamente “convencido­s” de que ocurrieron así, y que el delito que se pretende demostrar se ajusta a lo determinad­o por la norma. • Se exige del Tribunal una adecuada motivación acerca de la concurrenc­ia de los indicios y su “relevancia probatoria”, a más de la prueba indiciaria, se debe de tener en cuenta las pruebas obtenidas de manera legítima, y los demás elementos probatorio­s que nos permitirán adecuar la conducta al tipo penal que se pretende demostrar.

Elementos de la prueba indiciaria

De ahí que tengamos que son elementos de toda prueba indiciaria, los siguientes: 1. Debe de existir una afirmación base o indicio que sea la piedra angular a la hora de hacer uso de la misma, con lo cual se obtenga que esta debe de estar ajustada a los hechos que han ocurrido y en ningún momento estos se pueden o deben desviar. 2. Una afirmación de los hechos que en sentencia se verá reflejada, es decir que lo aportado por medio de esta prueba indiciaria hará surtir efecto en todo el proceso, para que la sentencia se adecue a lo que se pretende dar o demostrar. 3. Un enlace lógico y racional entre el primero y el segundo de los elementos que lleva a la condena. Requisitos de la prueba indiciaria Y, por último, tenemos que

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