Afectaciones en Los Ríos y Esmeraldas por las lluvias
En lo que va del temporal lluvioso en Babahoyo, de las cuatro parroquias rurales que posee este cantón, Febres Cordero es la que mayor nivel de afectación ha presentado, así lo dio a conocer el director de Gestión de Riesgos del Municipio de Babahoyo, Ramón Larenas. Además, explicó que en esa zona se han registrado dos desbordamientos, correspondientes a los ríos Marcelina y Las Juntas, afectando a siete recintos. Además, el agua ingresó a unas 40 viviendas.
Desde enero, en Babahoyo, han colapsado seis casas de construcción mixta (caña y madera), producto de las intensas precipitaciones. Las familias que vivían ahí permanecen en hogares de sus allegados.
Por otro lado, la pareja Ivonne Pulgarín y Junior Ramírez perdió la vida la madrugada del sábado, luego de que cientos de toneladas de tierra les cayeran encima tras la intensa lluvia que caía sobre la parroquia La Esperanza, en el cantón Quevedo, provocara el descenso de tierra. Vivían en el interior de un aserrío, en el recinto Nueva Esperanza, junto a ellos también perdió la vida su hijo de seis años.
Los tres cuerpos estuvieron hasta la tarde de ayer en la morgue de Quevedo, a la espera de que se agilite los trámites de traslado hasta Caracas-Venezuela, de donde son oriundos.
La pareja había llegado a vivir en la parroquia La Esperanza hace tres meses.
En la ‘Provincia verde’
EL DATO
La semana pasada, en Manabí 500 familias fueron afectadas por las lluvias.
A las 23:00 del sábado, el balcón de una estructura abandonada colapsó sobre la pared de otra vivienda, en la zona alta de la calle Eloy Alfaro y Vicente Rocafuerte, centro de la ciudad de Esmeraldas.
Las cuatro hermanas de 58, 60, 65 y 72 años, propietarias de la casa afectada, temen que a raíz del azote invernal el inmueble de dos pisos las sepulte por completo. En la zona alta de Santa Cruz, una vivienda de construcción mixta se cayó, tras el socavamiento de sus columnas. No se reportaron heridos. Además, en el sector de La Guacharaca, durante la precipitación, ríos de material pétreo bajaron y anegaron las calles principales.
Hacia el norte de la provincia, en la vía a Camarones, se produjeron deslizamientos de tierra amenazando varios postes que sostienen el tendido de energía eléctrica, por lo que se debió emplear maquinaria para el retiro del material.