EL MICROTRÁFICO SE INSTALA EN LA ZONA RURAL
NARCÓTICOS. SEGÚN LA POLICÍA, LOS CASOS AUMENTARON DESDE LA PANDEMIA. MARIHUANA Y COCAÍNA SON LAS DROGAS MÁS CONSUMIDAS Y COMERCIALIZADAS.
En la región crece la alerta por el fentanilo y desde EE.UU. se señala a Ecuador como un “participante” en su producción o tráfico.
En territorio nacional surgen preocupantes indicadores de consumo en las zonas rurales de varias provincias. Esto, sumado a los peligrosos “cócteles” con sustancias como marihuana, heroína o cocaína. Las formas de ingerirlas son tan variadas como las mezclas: las fuman, inhalan o inyectan. Lo cierto es que, el problema que hasta hace menos de una década afectaba en su mayoría a la zona urbana, ya se instaló en las zonas campesinas.
En Manabí, de acuerdo a tareas investigativas de la Policía Nacional, se ha detectado microtráfico en parroquias rurales de Portoviejo, como Abdón Calderón, Riochico y San Plácido, así como en las de cantones cercanos como Paján, Jipijapa y Rocafuerte. Jackson Llerena, jefe subrogante de la Unidad Antinarcóticos de la Policía en Manabí, indicó que los casos se hicieron más notorios desde la pandemia, en el 2020.
EDAD. Mariela García, psicóloga clínica y directora técnica del Centro Especializado en Tratamiento a Personas con Consumo Problemático de Alcohol y otras Drogas (Cetad), da testimonio de lo informado por Llerena, y añade algo aún más preocupante, las mezclas de varios tipos de sustancias y la edad de iniciación de los consumidores.
En el Cetad de Portoviejo, el único de la Zona 4 del Ministerio de Salud (Manabí-santo Domingo de los Tsáchilas), se atiende a personas desde los 18 años de edad, pero de acuerdo a su experiencia, se conoce que drogas como la marihuana y la cocaína se mezclan entre sí o con otros productos, como sustancias y sedantes, creando cócteles que provocan una adicción más letal. Según García, una de las más consumidas es la “H”, un polvo elaborado a base de heroína, que se mezcla con cemento, talco, cal, restos de pintura y hasta veneno para ratas. Otra droga que ha ganado terreno es la “plo plo”, que contiene cocaína, bicarbonato de sodio y químicos como matahierbas. Cada gramo se puede comercializar hasta en $ 1.
Además de sus efectos, su precio es lo que más preocupa, pues son muy accesibles para el mercado al que apuntan los microtraficantes: niños y adolescentes. De hecho, García señala que la edad de iniciación de consumo también ha variado, pues si antes empezaban pasados los 15 años, ahora los consumidores comienzan a los 12 años.
“Siempre empiezan con alcohol, esa es la primera droga, luego experimentan con otro tipo de sustancias, como marihuana, heroína, cocaína; es decir, van probando hasta ver qué tipo de droga les da la satisfacción aparente (...) Ahora hay un consumo mayor de ‘H’ y de múltiples drogas”, detalló la funcionaria.
EXPENDIO. Pero ¿cómo se instalaron éstas en las zonas campesinas? Llerena responde que se debe, en parte, a la migración interna; es decir, personas de la localidad que llegaron a la ciudad y se vincularon a negocios ilícitos que luego sembraron en el lugar de origen. A esto se suma el reclutamiento de expendedores de la zona, quienes también apuntan a un potencial “mercado”, menores de edad. Por ello, en algunas ciudades, los alrededores de planteles educativos se vuelven su sitio de operaciones. “Hemos tenido casos en sectores periféricos de las entidades educativas, en sectores como el distrito de Manta, Sucre, Pedernales y Jipijapa”,
Alucinaciones
Problemas a nivel conductual Irritabilidad
Ansiedad
Agresividad
Taquicardia
Cefaleas
Dolor en el pecho
Dolores musculares y articulares Fiebre
Trastornos del sueño Convulsiones
Pérdida de conciencia
señaló Llerena, quien indicó que las sustancias más comercializadas suelen ser marihuana y pasta base de cocaína.
El precio de cada dosis varía, pero indicó que de un gramo de marihuana se pueden obtener dos dosis; mientras que un gramo de cocaína da hasta diez dosis.
MARIELA GARCÍA