2 MIL HECTÁREAS SIN AGUA PARA SEMBRAR
AGRICULTURA. EN LAS ZONAS BAJAS DEL VALLE DE LOS RÍOS PORTOVIEJO Y CHICO ESPERAN EL LÍQUIDO PARA PODER PRODUCIR.
La comunidad Santa Teresa, de Charapotó, en el cantón Sucre, por ahora parece una postal de pueblo africano.
Árboles con ramas secas, tierra cuarteada y rezagos de vegetación amarillenta dan un aspecto lúgubre. En este sector de Manabí, vecino de la desembocadura La Boca, donde muere el río Portoviejo, sufren debido a que por los canales naturales no llega agua suficiente desde marzo, son apenas hilos de líquido que circulan por sus cauces y que son peleados como un tesoro por los agricultores, que ponen tapes, bombas de succión y cuanto artilugio puedan para captar la poca agua que llega. Alfredo Chávez, agricultor de la zona, contó que desde marzo tienen problemas de abastecimiento de agua. Explicó que el líquido les llega desde la represa Poza Honda y del río Chico; sin embargo, debido a que río arriba los agricultores van acopiando el agua, a ellos no les llega nada. En definitiva, en Santa Teresa hay 300 hectáreas para el cultivo de arroz y 100 para la cebolla perla; sin embargo, ya son ocho meses que las tierras están listas para recibir una nueva siembra, pero debido a “la sequía”, como ellos le llaman, nadie se arriesga a sembrar y las parcelas permanecen vacías.
Algo similar sucede en las comunidades Cristo Rey, San Bartolo, Puerto Cañitas, Pasadero y otras en tránsito, que suman 1.200 hectáreas, por donde el paso del río antes llevaba vida, pero ahora más bien causa peleas y discordias entre los agricultores que se disputan cada gota de agua.
“Esto ha llevado a discusiones entre hermanos campesinos” dijo José Valencia, dirigente del sector, que busca la ayuda de los organismos encargados del agua y del riego en Manabí para solucionar la situación, pues alertó de que al no existir siembras, los agricultores caen en grave crisis económica y habrá desabastecimiento de productos en los centros de abastos.
En la comunidad Las Gilces, de Crucita, el panorama es similar, los agricultores arroceros desesperan por la carencia de líquido para sus cultivos.
Allí son unas 380 hectáreas las perjudicadas. Bolívar Aragundi, presidente del sector, dijo que deben acopiar agua con bombas.
PISCINAS. Los agricultores también mencionaron que una de las causas para que exista menos agua para riego, es que en varios sectores del cantón Rocafuerte están experimentando con la producción de chames y camarón, sistemas que requieren mucha agua. Aseveraron que esas empresas sí tienen recursos para adquirir bombas de succión, que permiten llenar las piscinas en poco tiempo. Darwin García, responsable de la Empresa Pública
del Agua (EPA), indicó que la escasez de agua en comunidades se debe a diversas situaciones. Una es acaparamiento que hacen en el recorrido del agua, un trayecto de 250 kilómetros desde Poza Honda hasta el mar en los cauces de los ríos Portoviejo y Chico. Dijo que han detectado tapes no autorizados. También hay problemas de azolvamiento en los canales.
En todo caso, García informó que están dando un metro cúbico más de agua desde Poza Honda, que antes dotaba 10 metros cúbicos de agua por segundo y ahora está en 11. Aseguró que con ese metro adicional van a solucionar el inconveniente y que en las próximas horas se empezará a sentir su presencia. Explicó que tampoco pueden soltar más líquido, pues no quieren que se desperdicie en el mar. Poza Honda está en una cota normal, a 95,26 metros sobre el nivel del mar (msnm). Su capacidad máxima es de 106 msnm, recordó.
LOS AGRICULTORES SOLO SABEMOS SEMBRAR Y SIN AGUA NO PODEMOS TRABAJAR Y DESESPERAMOS”.