Diego Arteaga , un carchense obsesionado con el Ironman
Ha competido en EE.UU., París, Sudáfrica y otros países. Busca clasificarse al Campeonato Mundial de Hawái.
Diego Arteaga tiene un laureado pasado como ciclista de ruta y también fue técnico de selecciones juveniles de ciclismo que representaron al país en el extranjero. En los últimos años, el también metodólogo en la Federación Deportiva del Carchi (FDC) está obsesionado con el triatlón y sus múltiples retos.
Tiene 34 años y su hijo Diego Andrés es la razón principal para continuar entrenándose con exigencia. Por él, quien nació hace solo cinco meses, se levanta a diario en las madrugadas, porque espera que un día pueda verlo competir en alto nivel, como el que lo llevó a ganar el Campeonato Nacional de Duatlón en Tena (Napo), hace una semana.
Este deportista, radicado en la ciudad fronteriza de Tulcán, se impuso en la distancia Olímpica, que consistió en 10 km de atletismo, 40 km de ciclismo y otros 5 km de atletismo. Ese fue un evento de la Federación Ecuatoriana de Triatlón y sirvió para que los mejores ubicados alcancen además un cupo para el Mundial Multideportes de Australia 2022.
Gracias al deporte, Arteaga ha llenado de sellos sus pasaportes. Como seleccionado juvenil y luego como ciclista de varios equipos, entre esos Coraje Carchense y Panavial, compitió en Venezuela, Costa Rica, Bolivia y otros países del continente.
Como entrenador de selecciones juveniles, con pupilos como Jhonatan Narváez, actualmente en el Team Ineos, viajó a competencias en Europa y más adelante, en su faceta de triatleta, se ha probado en carreras Ironman en Colombia, Perú, Estados Unidos, Francia, Sudáfrica, entre otros países. “Llevo tres Ironman completos y siete medios”, asegura orgulloso. Incluso, ha representado al país en mundiales Ironman 70.3, pero todavía tiene el firme objetivo de clasificarse a Kona, Hawái, al afamado Campeonato Mundial Ironman que cada año convoca a los mejores del planeta, en el reto de nadar 3,8 km, pedalear 180 km y correr la maratón (42,195 km).
Para llegar a Hawái se debe buscar una clasificación, re
Diego Arteaga con su hijo Diego Andrés, después de cruzar la meta. servada para los primeros de cada categoría en las carreras válidas a lo largo de la temporada. “He quedado muy cerca de clasificarme y voy a intentarlo nuevamente. Kona es el único mundial que me falta, es casi una obsesión para mí, porque es una de las carreras más duras y llegar allá sería un privilegio”.
Antes de buscar esas metas tiene otros retos confirmados, como el Mundial de Duatlón en Holanda, que será en septiembre, y al que se clasificó en el 2020. Además, estará en el Ironman 70.3 Ecuador, que se confirmó en Manta para el 11 de julio.
En Manabí, Arteaga quiere alcanzar el primer lugar de su categoría. En ediciones anteriores ya llegó a ubicarse en el segundo sitial, pero él quiere subirse a lo más alto del podio. “Ahora en el triatlón no alcanza con ser un buen ciclista o corredor. Hay que ser homogéneo en las tres disciplinas y cuidar los detalles, competir con táctica”, asegura.
La de Manta es una carrera que lo emociona particularmente. “Al inicio fuimos pocos, quizás unos 12, la mayoría con poca experiencia. Pero la gente se motiva y en el 2019 estu
Diego Arteaga nació en Tulcán el 27 de febrero de 1987. Es licenciado en Entrenamiento Deportivo y Educación Física, en la Espe.
Campeón nacional de ciclismo de ruta en juveniles y vencedor en el 2005 de la Vuelta de la Juventud. Como triatleta se ha clasificado a tres mundiales Ironman 70.3. Al ganar el Nacional de Duatlón se clasificó al Mundial Multideportes del 2022. vimos cerca de 90 carchenses, hombres y mujeres. Algunos incluso en los primeros lugares. La gente sigue practicando, a pesar de que hay pocas piscinas”, afirma.
En Carchi, Arteaga tiene la ‘ventaja’ de que en ocasiones, sobre la bicicleta, coincide con los grandes referentes de la actualidad, como Richard Carapaz, Narváez, Jonathan Caicedo y otros. “A veces coincidimos con los profesionales en la Panamericana y salimos a rodar. Cuando ellos aceleran a tope no los podemos aguantar”, dice entre risas este carchense obsesionado con el Ironman.