El rescate de la libertad de prensa
Trascendental y oportuna para la evolución y permanencia de los derechos democráticos, que se identifican con las libertades de prensa y expresión ha sido el hecho de que el miércoles anterior las autoridades máximas del Ecuador hayan suscrito, y con ello quedó oficializada formalmente su adhesión plena a la Declaración de Chapultepec, la misma que también ha sido avalada por sesenta países.
No solo quienes participan activa y directamente de la función periodística, sino todo el colectivo nacional que se nutre diariamente de las informaciones y comentarios que recepta por diarios, revistas, la televisión y la radiodifusión, habían estado pendientes de que el gobierno que inició sus tareas el año 2017 ponga punto final a toda una lamentable etapa en que se atentó arteramente contra esas libertades a las que hacemos alusión debido a la aprobación de una Ley de Comunicación que nos rigió durante la década correísta y que los comunicadores calificaron como ‘Ley Mordaza’.
El presidente de la República, Lenín Moreno, ha enviado, de regreso, a la Asamblea su veto al proyecto de reformas que este organismo aprobó por cuanto no respondía a todas las aspiraciones ciudadanas, entre ellas el que se considere a la comunicación como un servicio público y no un legítimo derecho democrático, como debe ser.