Cuando circular por la ciudad exige otro tipo de capacidades
Por motivos de salud, un grupo de personas con discapacidad física se ejercita los domingos ❚ Las barreras en la calle ponen a prueba su paciencia y voluntad
Desde 2014, tras un accidente, Roberto Zambrano, de 24 años, empezó a usar silla de ruedas. Es larga la lista de las cosas que cambiaron en su vida, pero afirma que, sin duda, la más representativa ha sido la de movilizarse en la urbe.
“Acceder a las veredas se volvió una lucha, una que se mantiene”, comenta el joven licenciado en Comunicación.
Pero no se rinde, intenta mantener su independencia. Utilizando su ‘handcycle’, él y una decena de personas se reúnen en ciertos sitios para practicar este deporte y mantenerse activos.
“En su mayoría, las discapacidades son progresivas; la actividad física nos ayuda a combatir esa degeneración”, explica Mariana Párraga, otra de las participantes. Diabetes, presión alta y colesterol están entre sus preocupaciones comunes. “No podemos mantenernos sedentarios”, acota.
Pero hacerlo les cuesta cada vez más. En ocasiones acuden al parque Samanes, por el espacio, explica Mariana. Pero para llegar hasta allá deben pagar altas cantidades en taxis, ya que los buses, pese a tener plataformas hidráulicas, usualmente los ignoran.
A ella se une Patricia Pincay, quien usa silla de ruedas desde los 4 años. Ella señala que debe gastar 10 dólares diarios en movilización desde su residencia en Colinas de la Alborada (norte) hasta el centro de la ciudad, en donde trabaja de manera informal. “No queda de otra”, expresa.
“Nos dicen que grabemos cuando los buses no paran, pero cuando llevamos los videos, no pasa nada”, agrega ‘Paty’, como le dicen sus compañeros de grupo.
Desde la semana pasada, este Diario consultó a la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) respecto al manejo y monitoreo de esas denuncias, pero hasta ayer no hubo respuesta. No obstante, el pasado 10 de enero, tras la publicación de una queja de uno de estos casos por la red social Twitter, el gerente de la ATM, Andrés Roche, aseguró que el conductor había sido sancionado y el carro retenido. “¡Qué indolencia, aunque no parezca, lo que se ha logrado culturalmente en el sector de la transportación es bastante; pero aún hay muchísimo por hacer”, reconoció aquella vez.
Pero no es solo el transporte. José Quishpe, otro integrante del colectivo, tiene enlistados los lugares a los que no puede ir. “No me niegan la entrada, pero tampoco hay manera de acceder, que es igual de excluyente” señala, recalcando que muchos de estos sitios son entidades públicas.
EXPRESO ha publicado diversos artículos que muestran las dificultades que tienen las personas con discapacidad física para movilizarse en Guayaquil, incluso en las zonas ‘regeneradas’.
El pasado domingo 19 de enero, un equipo acompañó a este grupo de ciclistas especiales en un paseo por la urbe. Salieron desde el Malecón Simón Bolívar y la calle Loja, donde Roberto, al intentar subir por una rampa, cayó. El fotógrafo del Diario, un agente de la ATM y peatones que circulaban por el lugar, ayudaron a cargarlo y devolverlo a su triciclo. El vigilante le recomendó: “Ve por la calle, igual la acera está llena de materiales de construcción”, refiriéndose a la pila de tablones que obstaculizaban el paso donde se construye una de las paradas de la aerovía.
Por esta y otras situaciones, Aquiles Calderón, fundador de la agrupación y destacado competidor de ‘handcycle’, dice sentir que “no hay verdadera inclusión en esta ciudad”. “Alcanzar la acera es casi imposible, aún hay cientos de cuadras en la ciudad sin ningún tipo de inclinación, por no mencionar el millar que están mal hechas”, cuenta mientras recuerda cómo fue atropellado años atrás, tratando de movilizarse en su bicicleta inclusiva.
“Iba vía a Samborondón en mi bici, porque para allá ningún bus te lleva si eres discapacitado. Por la calle, como siempre, no había cómo subirme a la acera.
Un automóvil me atropelló, se rompieron todas mis costillas y se generó un problema neurológico que afecta a mi lenguaje”, detalla el 13 veces campeón nacional en su modalidad.
Mariana Párraga reconoce a Aquiles como su mentor. “Yo sentí admiración cuando supe que era el primer latinoamericano en ser campeón en Estados Unidos, aprender a usar esto me ha ayudado a trabajar y, sobre todo, a mantenerme activa”, dice.
Pese al accidente y las dificultades que les presenta la ciudad, Aquiles manifiesta que seguirá enseñando a quienes pueda el uso del ‘handcycle’. Él, Roberto y los demás no se rinden y dicen que perseverarán en su plan de ejercitarse los domingos.
EL DETALLE
Conexión. El grupo se ha formado a partir de lazos de amistad, constantemente recibe nuevos integrantes interesados en realizar esta actividad.
VOCES
BENILDA MIRANDA
Familiar de uno de los miembros
No deben persistir solos, debe haber un acompañamiento gubernamental y social de calidad, no solo por cumplir una ley, sino un tratamiento humano.
EMILIO CASTRO
Miembro del colectivo
Todo proyecto que sea elaborado para las personas con discapacidad debe ser probado y aprobado por ellas, sino no estamos hablando de inclusión.
BOLÍVAR VILLAMAR
Miembro del colectivo
Unimos fuerzas a pesar de nuestra condición para ser escuchados, es así como deberíamos actuar a nivel nacional, ser una sola fuerza y ser tomados en cuenta.